- Muchos Municipios apenas tienen ingresos de 22 mil pesos mensuales, o sea, menos de 2 mil pesos mensuales. Esta cantidad no basta ni para pagar a los funcionarios del Ayuntamiento, mucho menos para atender los servicios más indispensables.
- Las finanzas de los Estados (y territorios) no andan mejor. Cuatro entidades federativas tienen ingresos inferiores a los 18 millones de pesos anuales, o menos de un millón y medio de pesos mensuales.
- A pesar de sus reducidos ingresos los Estados soportan cargas enormes, como la de la Educación, que con frecuencia absorbe más de la mitad de los ingresos estatales.
- El Gobierno Federal y el del Distrito Federal concentran la mayor parte de los ingresos gubernamentales del país. El primero dispone del 76% del total y el gobiernos del DF, el 84%. En conjunto les corresponde el 85% del total del país. A los Municipios, que son 2,377 en total, apenas corresponde el 3.9%
- Esta situación es parte del gran problema de centralización económica y política que existe en el país, y tiende a acentuarse.
- Es necesario fortalecer a los Municipios y a los Estados y Territorios, por razones económicas y también políticas. Pero también urge reestructurar nuestro sistema administrativo. Es absurdo que existan 571 Municipios en Oaxaca, 222 en Puebla, 198 en Veracruz, etc. Esta pulverización de la autoridad tiene consecuencias muy negativas en la marcha de la Nación.
- También se debe relevar a los Estados de obligaciones como la de la Educación, la cual debe federalizarse. Así los Estados podrán hacer frente en mejores condiciones a obras necesarias y a la atención de los servicios generales que ahora son tan deficientes por falta de recursos.
Si creemos que el municipio libre es la base de la democracia, debemos atacar este problema.
El centralismo económico y político que caracteriza a nuestro país, tiene una serie de consecuencias en la vida nacional que amerita precisar y buscarle las soluciones más adecuadas. Una de ellas consiste en la desproporción manifiesta entre las condiciones más o menos bonancibles en que se desenvuelve el Gobierno Federal y el gobierno del Distrito Federal, frente a la penuria casi paralizante en que viven los Estados y especialmente los Municipios del país.
El panorama que se nos presenta en la situación económica de las distintas unidades de la administración pública es el siguiente: en 1965 los ingresos totales del gobierno ascendieron a 26,315 millones de pesos, de los cuales correspondieron al Gobierno Federal 20,093 millones , (o sea, el 76%), al gobierno del Distrito Federal 2,223 millones ( es decir, el 8.4%), a los Estados y Territorios 2,979 millones (el 11.3%) y a los Municipios 1,019 millones de pesos (el 3.9% del total).
Como puede verse, más de las tres cuartas partes de los ingresos gubernamentales corresponden al Gobierno Federal y algo más del 8% al Gobierno del Distrito. Conjuntamente, estas dos entidades absorben el 85% de los ingresos totales, dejando solamente el 15% a los Gobiernos de los Estados, a los Territorios y a los Municipios del país.
Los Estados y Territorios, en la prángana.
Las finanzas estatales se encuentran en una situación lamentable. Hasta Estados de gran riqueza y de economía más dinámica reciben ingresos desproporcionadamente bajos, que no llegan ni a los 300 millones de pesos anuales. Así solamente cuatro Estados reciben ingresos superiores a los 200 millones de pesos anuales: Veracruz, 287.3; México, 268.8; Sonora, 235.8 y Nuevo León, 203.2 millones de pesos; otros ocho reciben ingresos entre 100 y 200 millones, contándose entre ellos entidades tan importantes como Baja California, (183.4 millones); Chihuahua (166.1 millones); Jalisco (157.5 millones) y Sinaloa (135.8 millones).
En el extremo inferior se encuentran casos realmente inconcebibles. Baja California Sur, por ejemplo, apenas tiene ingresos de 7.5 millones de pesos anuales, o sea apenas 625,000 pesos mensuales; le siguen en forma ascendente, Querétaro con 16.9 millones, Aguascalientes y Tlaxcala con 17.5 millones cada uno, y Colima con 26.5 millones de pesos anuales.
Con ingresos tan reducidos es muy explicable que los Gobiernos de los Estados afronten enormes problemas para hacer frente a las crecientes exigencias de la población en materia de servicios, educación, etc., etc., por lo que se observan grandes deficiencias en toda la República. Igualmente se explica la escasa inversión que realizan los Estados en obras públicas y en empresas de tipo productivo. Todo esto, aparte del gran problema de malos manejos y de administraciones ineficientes y sobrecargadas de gastos innecesarios.
Es evidente que la penuria en que viven los Gobiernos de los Estados es un factor que sumado a muchos otros, viene a traducirse en el atraso en que vive la provincia mexicana general.
Los Municipios, el hilo más delgado
Si la situación de los Gobiernos de los Estados es precaria, la de los Municipios se acerca a la indigencia. Los 2,377 municipios que hay en el país tuvieron ingresos conjuntos de 1,019 millones de pesos, lo que significa un ingreso promedio de 428,691 pesos, o apenas 35,724 pesos mensuales.
¿Qué podrá hacer un Municipio con 35 mil pesos mensuales, para atender los servicios administrativos del Ayuntamiento, los de policía, de alumbrado, de limpieza, y en algunos casos también de educación? Y ¿cómo podrá construir algunas obras como las de mercados, rastros, agua potable, alcantarillado, etc.?
Pero lo grave es que existe una gran cantidad de Municipios cuyos ingresos son muy inferiores a la cifra promedio. Oaxaca, por ejemplo, cuenta con 571 Municipios, tiene un problema pavoroso. Los ingresos promedio de estos Municipios son apenas de 1,824 pesos mensuales, cantidad que no alcanza ni para pagarle a los funcionarios del Ayuntamiento y para algún policía, mucho menos para atender los servicios municipales indispensables. En condiciones parecidas se encuentran municipios de Chiapas, Durango, Tlaxcala, Yucatán y de otras entidades federativas.
¿Qué importancia política pueden tener los Municipios en estas condiciones? ¿Podrán jugar el papel de ser la columna vertebral de la democracia en nuestro país como lo pretendieron los ideólogos de la Revolución Mexicana?
El pez grande se come al chico
Son muchas las causas que determinan la precaria situación financiera en que se encuentran los Estados y los Municipios. Desde luego, el atraso económico general de la provincia constituye el factor principal, porque si la actividad económica es reducida, no es posible que los Ayuntamientos y los Gobiernos Estatales obtengan altos ingresos. Pero, a este factor básico se suman otros que agravan la situación, y que vienen a generar un círculo vicioso del que es difícil salir, si no se toman medidas para corregirlos. Entre estos factores consideramos importantes los siguientes:
Existe una estructura impositiva inequitativa, que favorece desproporcionadamente al Gobierno Federal en detrimento de los Estados y de los Municipios. Los reglones más jugosos están reservados a la federación, y en los casos en que el Gobierno Federal da participación a los Estados, dicha participación es reducida.
Lo que el Gobierno Federal hace con los Gobiernos Estatales, éstos lo aplican a los Municipios, dejándoles renglones marginales de ingresos y asignándoles participaciones reducidas en aquellos en que los Estados hacen co-partícipes a los Municipios. Con frecuencia estas participaciones no son entregadas con oportunidad con lo que se torna más aflictiva la situación de los Ayuntamientos.
También existe una administración de los impuestos muy defectuosa. No hay claridad en los contribuyentes acerca de sus obligaciones hacia el fisco, ni tampoco de parte de las autoridades estatales o municipales, sobre todo en estas últimas, sobre las leyes fiscales y sobre los procedimientos más adecuados para recaudar los impuestos. Esto da base para una evasión fiscal muy elevada.
Un factor más que gravita sobre las finanzas de los Gobiernos de los Estados es el de la atención de la enseñanza, no solamente de la primaria, sino la de tipo superior, que en muchos casos absorbe más de la mitad de los ingresos de que disponen. Algunos Municipios también hacen gastos de alguna consideración en el ramo educativo. Esta situación contrasta con la que existe en el Gobierno del Distrito Federal ya que éste no tiene que hacer frente a las necesidades educativas del Distrito Federal, a pesar de que sus ingresos son mucho mayores.
La concentración económica en la Ciudad de México y en sus alrededores, es un factor que ejerce una poderosa influencia en la disparidad de la situación financiera del Gobierno Federal y del Distrito, frente a la de los Estados y Municipios. Cerca del 50% de la industria está concentrada en el altiplano y también una proporción elevada del comercio del país.
Finalmente, la pulverización de los Municipios constituye un importante elemento en la situación de bancarrota en que se encuentran. En Oaxaca, por ejemplo (como ya indicamos) existen 571 Municipios; en Puebla 222; en Veracruz, 198; en el Estado de México, 119; en Chiapas, 111; en Michoacán, 110; en Jalisco, 124, y en Yucatán 106. Es natural que la existencia de tantos Municipios en esas entidades cree un tremendo problema económico, de autoridad y también de tipo político.
En busca de soluciones
Dadas las condiciones de nuestro país, es probable que no sea fácil encontrar soluciones a corto plazo a los problemas que hemos analizado y que mantienen a la provincia mexicana en condiciones comprometidas. Pero, es evidente que habrá de hacerse un gran esfuerzo para remediar esa situación porque de no hacerlo se irán acumulando problemas que con el tiempo pueden causar grandes daños al desarrollo y a la tranquilidad política nacional. Entre las medidas que juzgamos más convenientes, están las siguientes:
- La descentralización económica, sobre la base de planes de desarrollo regional debidamente confeccionados.
- La reestructuración del sistema impositivo y del reparto para asegurarles a los Estados y Municipios una mayor participación en los ingresos.
- El mejoramiento de los sistemas de administración fiscal de Estados y Municipios.
- Le federalización de la enseñanza.
- La reducción drástica del número de Municipios. En general no deberá haber más de 10 ó 20 Municipios en cada Estado.
- El fortalecimiento de la democracia en los Estados y Municipios.
Con la adopción de estas medidas y otras dirigidas al mismo fin estamos seguros de que mejorarán las condiciones económicas del país y serán base para que también el clima político sea más propicio para la marcha ascendente de la nación.♦