Los seguros, un negocio redondo

Con 400 millones de capital obtiene 119 millones de utilidad mensual, más del 25%.

Casi la mitad del negocio se encuentra en manos de inversionistas extranjeros y el reaseguro le causa a México la salida de 400 millones al año. 

La advertencia de Portes Gil a los intocables ¿vendrá en serio? ¿y por qué solo los seguros? ¿y los bancos' ¿y las sociedades financieras qué?

Mexicanizar los seguros y el reaseguro no solo es necesario: es urgente, pero no basta. También deben reducirse las primas y hacerlas baratas

La transferencia de propiedades mexicanas a inversionistas extranjeros está en pleno apogeo. Muchas actividades importantes han ido cayendo bajo el control extranjero y otras están en la antesala. Ahora parece tocarle el turno a la rama de seguros, según lo ha hecho público nada menos que el licenciado Emilio Portes Gil, ex-presidente de México y presidente de la Comisión Nacional de Seguros.

De acuerdo con las declaraciones del licenciado Portes Gil varias compañías de seguros, entre ellas algunas de las más importantes, han estado vendiendo proporciones elevadas de sus acciones a inversionistas extranjeros, en fechas recientes. Esto conducirá seguramente a que esa importante actividad económica quede bajo el control extranjero en breve plazo con lo que se anularían los esfuerzos que desde 1935 se vienen haciendo para hacer del negocio de seguros una actividad nacional.

Los temores del licenciado Portes Gil, que compartimos plenamente, se basan en hechos reales que las autoridades podrían comprobar sin mayores dificultades porque tienen acceso a informaciones que usualmente no llegan al público. Prueba de ello es que el presidente de la Comisión de Seguros, que debe estar informado por razón de su cargo, ha dado el toque de alerta al peligro de que la rama de seguros se extranjerice.

Aún en la periferia en que nos encontramos, se descubren algunos hechos y datos que dan base suficiente para dar una atención seria, responsable y patriótica a la denuncia presentada por el licenciado Portes Gil. Entre los datos que hemos podido obtener, presentamos los siguientes que corresponden a una investigación directa realizada por el joven y talentoso economista Arturo García Torres Hassey, y que incluyó en su tesis profesional.

El licenciado García Torres encontró que, en 1963 existía inversión extranjera en 14 compañías de seguros, compañías que en conjunto disponían del 45% de los activos totales de la rama de seguros. De las 14 empresas aseguradoras que tenían inversión extranjera, 7 estaban prácticamente bajo el control extranjero, siendo las siguientes:

Empresa

Recursos en Millones de pesos

Participación Extranjera 100%

La Confederación de Canadá

23.1

100

Aseguradora de Cuauhtémoc

32.0

98

La Californiana

16.1

98

Reaseguradora Patria

131.6

66

La Libertad, Compañía General de Seguros

63.5

55

Pan American de México

98.5

54

Unión de Seguros

22.6

51

Como puede verse en estas siete compañías la participación de capitales extranjeros es superior al 50%, lo que les permite ejercer el control de sus operaciones.

En otras tres compañías la participación de capital extranjero era superior al 40%, aunque sin llegar a permitir el control de dichas empresas. En este caso se encontraban: La Anglo-Mexicana, cuyos recursos eran de 26 millones de pesos y la inversión extranjera representaba el 47% del capital; la Nacional, con activos de 418 millones y con una participación extranjera del 45%  y la Interamericana, con recursos de 80 millones de pesos y una participación extranjera del 40%.

En tres empresas más, el capital extranjero tenía una participación del 30 al 35%. Estas empresas son: Sociedad Anónima de Reaseguros Alianza con recursos de 104 millones de pesos, y una participación extranjera del 35%, Seguros Monterrey, con activos de 416 millones y una participación extranjera del 30%, y Seguros La Comercial, con 380 millones de recursos y una participación extranjera del 30%.

A este cuadro derivado de la investigación del licenciado García Torres habría que agregar que existe participación de alguna importancia en otras compañías de seguros de primera línea: en La Provincial, en Seguros México Bancomer y en América. En estas compañías participan varios extranjeros en sus consejos de administración, lo que indica que hay en ellas capital extranjero.

Con esta información podemos ya estimar hasta qué grado puede haberse agravado la situación que prevalecía en 1963, si en últimas fechas se han estado vendiendo a extranjeros acciones de las compañías de seguros. Es muy probable que para estas fechas la participación de inversiones extranjeras se haya ampliado en las compañías que hemos indicado, y que se haya extendido a otras más.

Los seguros, monopolio muy productivo

El negocio de seguros en nuestro país se encuentra fuertemente monopolizado. No solamente un pequeño grupo de grandes empresas dominan la rama, sino que dichas empresas forman parte de los grupos financieros que dominan los bancos de depósito, las sociedades financieras, las grandes industrias y el gran comercio. Las compañías de seguros forman parte, por lo tanto, de las grandes estructuras monopolistas que dominan la economía de nuestro país. En este sentido, el panorama que presentan las compañías aseguradoras es el siguiente:

Grupo Banco de Londres y México

La Nacional

Monterrey

La Provincial

Seguros Independencia

Grupo Banco Comercial Mexicano

La Comercial

Aseguradora del Norte

Aseguradora del Noroeste

Aseguradora de Occidente

Seguros El Sol

Grupo Banco Nacional de México

América, Compañía General de Seguros

La Territorial, S. A.

Seguros del Pacífico

Grupo Banco de Comercio

Seguros de México Bancomer

Grupo Banco Mexicano

Aseguradora Cuauhtémoc

Aseguradora de Crédito

Grupo Banco Internacional

La Oceánica

 

Además de estas relaciones de control de las compañías de seguros por parte de los grandes grupos financieros, existen entrelazamientos entre las compañías pertenecientes a un grupo, con empresas de seguros pertenecientes a otro grupo. Esto sucede con La Nacional, con La Comercial, con La Provincial, y con otras más.

Las consecuencias, de la monopolización del negocio de seguros son múltiples. Por una parte, encarecen los seguros manteniendo los pagos de primas en un nivel indebidamente alto; por otra parte, los recursos que manejan las compañías aseguradoras se canalizan preponderantemente en beneficio de los grandes grupos financieros que las controlan; finalmente, el afán de lucro de los monopolios; los lleva a hacerse socios de los inversionistas extranjeros.

Es reconocido el hecho de que las compañías de seguros están utilizando tablas de mortalidad que no corresponden a las condiciones actuales del país en que se han logrado grandes avances en materia de higiene, de reducción de la morbilidad y de la mortandad, habiéndose ampliado notablemente la “esperanza de vida” de los mexicanos. En esa forma las aseguradoras cobran primas más elevadas que las correctas, con lo que obtienen mayores utilidades.

También está comprobado que las compañías de seguros tienden a utilizar los recursos que manejan en operaciones que favorecen al grupo financiero a que pertenecen, adquiriendo acciones y obligaciones de los bancos, financieros, empresas industriales y comerciales que forman parte de dicho grupo. Esto quiere decir que los seguros son una forma más para adquirir control del dinero de la sociedad, por parte de los grandes grupos financieros que dominan la economía del país.

Ante el problema que ha sido planteado por el presidente de la Comisión de Seguros cabe preguntarse ¿se estará decidiendo el gobierno a poner en orden a los grupos financieros poderosos? Si es así ¿por qué solamente los seguros? ¿Y los bancos de depósito? ¿Y las sociedades financieras? Con esto desde luego que se complica el problema. Pero esto sucede necesariamente cuando se trata de monopolios. Cómo forman toda una intrincada madeja, cuando se jala una hebra, van saliendo otras y otras y otras más. En vista de esta realidad ¿podemos esperar que las autoridades se atrevan a hacer algo? ¿O sólo fue una “llamarada de petate” producto de una situación circunstancial ¿Se atrevería usted a apostar?¨

Ceceña, José Luis [1968], "Los seguros, un negocio redondo", México, Revista Siempre!, 769: 22-23, 20 de marzo.