Pemex: columna vertebral del desarrollo industrial de México

  • La aportación de Pemex es cuantiosa: combustibles, lubricantes, productos básicos de la petroquímica, ocupación directa de 55 mil trabajadores e indirecta de 20 mil más, derrama de más de 2,500 millones de pesos de ingresos, apoyo a otras actividades (industria del acero, astilleros, fabricantes de autotanques, bombas, compresoras, etc.
  • Pemex es el primer contribuyente nacional: más de 1,000 millones de pesos anuales de impuestos o alrededor de 3 millones diarios.
  • Al lado de la Reforma Agraria, Pemex (y las empresas eléctricas) son esencia del ideal de independencia económica de la Revolución Mexicana.
  • El futuro del México revolucionario depende en alto grado del fortalecimiento de Pemex como empresa nacional al servicio de la colectividad.
  • Con Pemex, México se ha proyectado mundialmente y su ejemplo está ayudando a otros países a rescatar sus riquezas naturales para beneficio de sus pueblos.

 

A treinta años de distancia la nacionalización del petróleo, llevada a cabo por el general Lázaro Cárdenas, ha demostrado ser uno de los actos más positivos de la Revolución Mexicana. Contra todos los vaticinios de los monopolios petroleros internacionales y las opiniones “autorizadas” de los “expertos” a su servicio, México ha sido capaz de manejar esta industria gigantesca y convertirla en el apoyo más vigoroso de su desarrollo industrial y económico general.

Petróleos Mexicanos, el organismo descentralizado que maneja la industria petrolera nacionalizada, es un verdadero gigante. Figura en el lugar número 66 de las empresas industriales mayores del mundo occidental, fuera de los Estados Unidos, superando a gigantes de la talla de la Kobe Steel, de Japón; de la International Nickel, de Canadá; de la Leyland Motor Vickers y Rolls-Royce, de Inglaterra; de la SKF y la  Volvo, de Suecia y de muchas otras grandes empresas europeas y de otras regiones.

En 1966 (no disponemos todavía de la información para 1967) Petróleos Mexicanos realizó ventas superiores a los 9,100 millones de pesos y dio ocupación directa a cerca de 58,000 personas; el valor de los activos superaron los 16 mil millones de pesos y las utilidades obtenidas llegaron a los 250 millones de pesos.

Estas cifras globales, sin embargo, solamente dan una idea aproximada de la magnitud que ha alcanzado nuestra industria petrolera nacional. El aspecto que reviste mayor importancia es que ha dejado de ser una actividad proyectada “hacia fuera” como correspondía a los intereses de los monopolios internacionales que la manejaban anteriormente, para desarrollarse “hacia dentro” como lo exige el desarrollo económico general de nuestro país. De esta manera, la nacionalización del petróleo ha permitido a México disponer de esta importantísima riqueza para impulsar su propio desarrollo lo que no era posible cuando dicha riqueza era detentada por extraños.

La aportación de Petróleos Mexicanos a la economía nacional es sencillamente cuantiosa. La aportación directa es de carácter múltiple. Produce el combustible necesario para abastecer a la creciente cantidad de vehículos de motor que circulan en el país (más de 1,300,000), para la industria, para las plantas termoeléctricas, para los motores de combustión interna, etc. De igual manera produce la casi totalidad de los lubricantes que actualmente requiere el país, aun los que distribuyen las empresas norteamericanas como ESSO, Quaker State, etc.; produce y abastece de gas al la industria nacional y provee buena parte del de uso doméstico; produce una gama importante de productos básicos de la petroquímica, que sirven de materias primas para una gran variedad de industrias de gran importancia, como las de fertilizantes, de fibras artificiales, de pinturas, de plásticos, de llantas, etc., etc.

Con su producción Petróleos Mexicanos contribuye al desarrollo de innumerables actividades económicas y evita el gasto de divisas que alcanzaría cifras cuantiosas en caso de que tuvieran que importar los productos que elaboran.

Por otra parte, Petróleos Mexicanos da ocupación en forma directa a alrededor de 58,000 trabajadores, a los que cubre sueldos y salarios por valor de unos 2,500 millones de pesos. En forma indirecta da ocupación a unos 20,000 trabajadores más, por medio de los contratos que otorga a distintos empresarios constructores, con lo que la cifra se eleva a 80,000 trabajadores y la derrama de ingresos seguramente alcanza no menos de 2,600 millones de pesos. De esta manera, Petróleos Mexicanos es un factor de gran importancia como otorgador de empleos y como fuente de crecidas sumas de ingresos para la población trabajadora del país.

Adicionalmente Petróleos Mexicanos sirve de apoyo a muchas ramas industriales y de servicios a las que compra productos o servicios de distinta índole. Entre ellas cabe citar a las industrias siderúrgicas, como Altos Hornos, Fundidora y Tamsa, a las que compra grandes cantidades de tubería y de otros productos; a la industria de fabricación de barcos, de la que adquiere distintas unidades para su flota; a los fabricantes de compresoras, bombas, autotanques, etc. También la empresa nacional sirve de apoyo a una amplia cadena de distribuidores de gasolina, lubricantes, de gas licuado y de otros productos.

Finalmente, Petróleos Mexicanos hace aportaciones cuantiosas al gobierno federal en forma de impuestos. Anualmente paga de impuestos más de 1 100 millones de pesos, lo que significa una aportación de alrededor de tres millones de pesos diarios. Y dichos impuestos son cubiertos precisamente en aportaciones diarias ¿Qué otra empresa, nacional o extranjera hace lo mismo?

Producción Petrolera

En el año de 1937, último en que las empresas extranjeras explotaron el petróleo mexicano, la producción de petróleo crudo alcanzó la cifra de 46.8 millones de barriles. Para 1966 la producción de Petróleos Mexicanos se elevó a 135.1 millones de barriles, lo que significa, que la administración nacional ha logrado triplicar la cifra correspondiente a 1937. Es cierto que todavía no se ha logrado alcanzar la  cifra máxima que obtuvieron las empresas extranjeras en 1921, que fue de 193.4 millones, pero también es cierto que dichas empresas seguían una política de saqueo, y que además habían reducido su producción desde aquella fecha, por distintos motivos (como el de la gran crisis mundial y la adquisición de otros yacimientos en distintas partes del mundo). La producción actual de petróleo crudo de Petróleos Mexicanos sólo fue superada por las empresas extranjeras en el período de 1920 a 1924. El esfuerzo y las realizaciones de Petróleos Mexicanos en este sentido son por lo tanto, de gran consideración y todo un éxito.

Por otra parte, Petróleos Mexicanos ha dado un enorme impulso a la producción de derivados del petróleo, a combustibles, lubricantes y en los últimos años a la petroquímica. La producción de productos de la petroquímica en 1966, alcanzó la cifra de 572,665 toneladas, entre las que se cuentan el amoníaco, azufre, anhídrido carbónico, benceno, tolueno, etileno y polietileno. Los planes de ampliación en materia de petroquímica son de gran envergadura y constituyen actualmente, junto a los esfuerzos de exploración y cuantificación de reservas, las líneas de más importancia de Petróleos Mexicanos.

Las reservas actuales probadas se elevan a más de 5 mil millones de barriles, lo que alcanza para un período superior a los 20 años. Estas reservas pueden incrementarse considerablemente con las exploraciones muy prometedoras en la plataforma submarina.

Ejemplo mundial

La nacionalización del petróleo hecha por México y el éxito indiscutible que la nación ha logrado con su manejo, ha servido de ejemplo para muchos países cuyas riquezas petroleras han estado o están en manos de monopolios internacionales. Tal ha sido el caso de Argentina,  Brasil y Perú, que con el ejemplo mexicano procedieron a organizar empresas gubernamentales para el manejo del petróleo (Yacimientos Petrolíferos, en Argentina, y Petrobrás en Brasil), el de Irán que en época de Mosadegh intentó nacionalizar la inmensa riqueza petrolera de ese país, de Venezuela, que con base en el ejemplo mexicano ha logrado arrancar más ventajas a las empresas extranjeras que explotan su riqueza aceitífera, y de otros países del mundo que cuando la coyuntura sea favorable seguirán nuestro ejemplo.

Defendamos lo nuestro

La riqueza petrolera mexicana es genuinamente una riqueza que forma parte del patrimonio nacional. En lo esencial está al servicio del desarrollo del país y de su deseo de consolidación de su independencia económica. Esto debemos asimilarlo debidamente, entenderlo y estar prestos a hacerlo una realidad permanente. Debemos dejar nuestra actitud indiferente y situar entre nuestras principales preocupaciones de mexicanos y de revolucionarios el fortalecimiento de Petróleos Mexicanos que es uno de los puntales más sólidos de nuestro desarrollo y de nuestra independencia económica. Debemos estar siempre alerta porque es un filón muy codiciado por intereses bastardos de fuera y de dentro. Debemos estar plenamente conscientes de que el futuro del México revolucionario depende en alto grado de que Petróleos Mexicanos se mantenga como una empresa nacional al servicio de la colectividad, porque al lado de la Reforma Agraria y de la nacionalización de las empresas eléctricas, el rescate del petróleo y su manejo eficiente y con sentido nacionalista y social, forma la esencia misma de la Revolución Mexicana.♦

Ceceña, José Luis [1968], "Pemex: columna vertebral del desarrollo industrial de México", México, Revista Siempre!, 770: 22-23, 27 de marzo.