Perú ha rescatado su riqueza petrolera, pero ¿podrá resistir la presión de la Standard Oil?
Las grandes "empresas multinacionales" están apoderándose de todos los países del mundo.
85 mil millones de dólares han invertido los monopolios internacionales ¿quién los detiene?
La crisis por la que está pasando el Perú en estos momentos, en donde un golpe militar derrocó al presidente Belaúnde Terry, ha puesto de relieve, nuevamente y por enésima vez, el grave problema que tienen planteado los países latinoamericanos, y todos los de economía débil y dependiente, del dominio que sobre ellos ejercen los grandes monopolios internacionales, o como ahora se estila llamarlos, grandes “empresas multinacionales”. Según ha trascendido, en el centro de la actual crisis política del Perú se encuentra el problema del petróleo, que por largos años ha sido controlado por la International Petroleum Corp., filial de la Standard Oil de Nueva Jersey, la empresa petrolera norteamericana más poderosa del mundo.
El motivo central que los militares peruanos han revelado para el derrocamiento del presidente Belaúnde ha sido la firma de un nuevo convenio con la International Petroleum Corp., firmado en agosto pasado, que consideran lesivo a los intereses del país. Como confirmación de su oposición a dicho convenio, la junta militar procedió a la expropiación y ocupación militar de los bienes de la empresa norteamericana, para dar satisfacción, según anunciaron, a los intereses del Estado y a los deseos del pueblo peruano. Sea que los militares estén procediendo con base en sinceros principios nacionalistas o sólo traten de buscar por este camino el apoyo popular, y sea que el convenio que impugnan tenga las características que señalan, o no sea así, lo cierto es que el problema del dominio de la riqueza petrolera de ese país por la Standard Oil de Nueva Jersey se encuentra en el centro de la crisis actual que está viviendo el pueblo peruano.
El caso del Perú, como hemos señalado, es sólo un ejemplo de la situación permanente que afecta a los países latinoamericanos y a todos los que como ellos, se encuentran dentro de las apretadas redes de los monopolios internacionales que extienden sus dominios por todo el “mundo occidental”. La vida económica de los países del “Tercer Mundo” y aún la de algunos de alto desarrollo, está siendo controlada más y más, por los grandes monopolios internacionales. A este respecto tienen una gran actualidad las revelaciones que hace la revista norteamericana Fortune, en su edición del 15 de septiembre del presente año, sobre la forma en que están operando las que llama “empresas multinacionales”. Veamos algunas de las de mayor interés.
Importancia global de las empresas multinacionales
Con base en una estimación realizada por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) con sede en París, señala Fortune que las empresas multinacionales son un factor dominante en el escenario mundial, ya que las inversiones directas que poseen fuera de sus respectivos países, se elevan a unos 85 mil millones de dólares, de los que se destinan a los países europeos y al Japón 31 mil millones. Como se estima que por cada dólar invertido se logran ventas de dos dólares, ello quiere decir que las empresas multinacionales contribuyen con unos 170 mil millones de dólares al comercio mundial.
Basándose en otras estimaciones realizadas en los Estados Unidos, Fortune indica que para el año de 1975 alrededor del 25% del valor de la producción del mundo occidental fuera de los Estados Unidos, que se estima en un millón de millones de dólares, corresponderá a la producción de las sucursales y subsidiarias de las empresas norteamericanas multinacionales. Y si se consideran las inversiones indirectas (en valores) esa proporción se elevaría al 35% de la producción total del mundo occidental.
Finalmente, la propia revista Fortune señala que de los 29 mil millones de dólares a que ascendieron las exportaciones norteamericanas en 1966, 6 mil millones correspondieron a ventas que las matrices de los Estados Unidos efectuaron con sus subsidiarias del exterior. Esto, aparte de las grandes transacciones que las distintas subsidiarias en el exterior realizan entre sí, que como en el caso de la filial de la Ford Motor Co. en Gante, Bélgica, cuyas transacciones con la filial en Colonia, Alemania, significan una proporción substancial de las exportaciones e importaciones de Bélgica.
Estos datos revelan con toda claridad la enorme magnitud que han alcanzado las operaciones internacionales de las grandes empresas multinacionales.
Algunos casos concretos
Un amplio grupo de grandes empresas multinacionales se ha extendido tanto en el exterior, que sus propiedades y ventas fuera de sus propios países superan a las correspondientes a sus sedes metropolitanas. Entre ellas se destacan las siguientes: Massey-Ferguson, cuyas ventas totales en 1967 fueron de 845 millones de dólares (que tiene plantas de producción en 22 países), vendió en el exterior el 90% de ese total; Standard Oil (Nueva Jersey), que posee plantas en 45 países, logró ventas en 1967 de 13,266 millones de dólares, correspondiendo a ventas en el exterior el 68%; la USM Corp., que opera en 25 países, realizó ventas de 283 millones de dólares, el 54% en el exterior; Colgate-Palmolive, con filiales productivas en 45 países, alcanzó ventas de 1,025 millones de dólares, con el 55% en el exterior; Singer, que opera en 28 países, logró ventas de 1,138 millones de dólares correspondiendo el 50% al exterior. A estas empresas hay que agregar otras que operan con plantas de producción en un buen número de países y que logran vender en el exterior más del 40% de sus ventas totales, encontrándose en este caso, entre otras la International Telephone and Teleqraph, la Heinz con el 47%; la Pfizer con el 48%, y la National Cash Register.
Como caso sobresaliente de grandes empresas multinacionales debemos referimos en especial a la Standard Oil (Nueva Jersey) que es la de mayores dimensiones en el mundo por el monto de sus recursos y que es precisamente la que se encuentra en el centro de la crisis del Perú y de muchos otros países a donde extiende sus dominios (esta información no la proporciona la revista Fortune, sino el Moody's Industrial Manual y Harvey O'Connor en su El Imperio del Petróleo).
La Standard Oil (NJ) posee recursos de 15,197 millones de dólares y realiza ventas anuales de 13,266 millones. Tiene a su servicio un verdadero ejército de 150 mil personas, y obtiene utilidades netas de 1,232 millones de dólares. Corresponde a esta empresa alrededor del 20% de la producción mundial de productos petroleros y la magnitud de las reservas petroleras que controla es enorme.
La Standard Oil (NJ) posee yacimientos petroleros en los principales países del mundo occidental, un crecido número de plantas de refinación y de petroquímica, oleoductos y gasoductos, buen número de unidades de transporte marítimo, etc., etc. Entre sus principales filiales se cuentan las siguientes:
Humble Oil, que es la primera productora de petróleo crudo en los Estados Unidos y posee la refinería más grande de ese país; la Creole Petroleum, que es la más importante empresa petrolera en Venezuela; la Lago, propietaria de la refinería número uno del continente americano en la isla holandesa de Aruba, cerca de Venezuela; la Imperial Oil Ltd, número uno en el Canadá; la International Petroleum Corp., la principal de Perú.
Además de estas inversiones, la Standard de Nueva Jersey posee el 30% de la Arabian American Oil Co. (Aramco) que es la única productora de petróleo en los ricos yacimientos de Arabia Saudita; el 50% de la Near East Development, que a su vez posee el 12% de la Irak Petroleum Co.; el 7% de la Iranian Oil Participants Ltd, que en asociación con otras empresas norteamericanas y europeas controlan la producción petrolera del Irán; y muchas otras de importancia variable.
Como puede verse, esta empresa multinacional, forma una verdadera red que se extiende a los cinco continentes. A este coloso se está enfrentando Perú, en su intento de salir de la férula y ser dueño de su propia riqueza petrolera. ¿Tendrá éxito? Si el pueblo peruano se decide a hacerlo seguramente que lo logrará. El problema es difícil dada la gran potencia a la que se enfrenta, que como lo ha revelado la prensa, cuenta también con todo el apoyo del gobierno norteamericano que ya está ejerciendo una desmedida e injusta presión. Pero, ahí está el ejemplo de México que seguramente ha servido de inspiración a Perú. Además, ya ha llegado la hora de la toma de conciencia de los pueblos del mundo y la opinión pública mundial estará del lado del pueblo peruano en su lucha por su liberación económica.♦