México debe prepararse para hacer frente a esta situación
Los pronósticos sobre la economía norteamericana en el presente año están señalando cada vez más el peligro de una reducción en el ritmo del crecimiento de la producción total, llegando algunas fuentes a temer que se pueda producir un receso generalizado, que sería acompañado de una serie de problemas de consecuencias imprevisibles.
Se preven grandes problemas en los Estados Unidos: Desarrollo: Se reducirá el ritmo de desarrollo a solamente el 3% frente al 5% en 1968. Inflación: 4% de aumento en los precios. Tasas de interés: del 7 al 8% para los negocios en general, la más elevada desde hace muchos años. Deuda pública: el nivel actual de 364 000 millones de dólares la más alta de la historia, tendrá que elevarse sustancialmente. Pagos de intereses: el público norteamericano pagó 31 000 millones de dólares por intereses, frente a 14 700 millones en1960. En 1969 la cifra aumentará todavía más. La Deuda del Gobierno Norteamericano exigió pagos de intereses de por valor de 14 600 millones de dólares en 1968 y para 1969 se espera que la cifra suba a 16 000 millones frente a 7 600 millones en 1959. | Desempleo: en 1968 hubo 2 800 000 desocupados totalmente, de los cuales 838 000 fueron jóvenes hasta de 20 años; para este año se estima que el desempleo subirá a 3 600 000 personas, de las cuales más de Un Millón serán jóvenes hasta de 20 años. Los trabajadores negros y especialmente los jóvenes, serán los más afectados. La Inflación y los mayores impuestos están cercenando el ingreso disponible de los consumidores: se estima que una persona que gane 7 000 dólares al año y que lograra un del 6}5 en sus sueldos o salarios, solamente recibiría en realidad un aumento de 51 dólares, porque los impuestos y el aumento del costo de la vida absorberían 369 dólares de ese aumento. |
Sobre la base de las tendencias que se observan en los factores determinantes de la actividad económica y de las fuerzas que obstaculizan o deforman el crecimiento, un amplio grupo de los economistas más destacados de los Estados Unidos estima que en 1969 el aumento del valor de la producción total será solamente de un 3%; frente al 5% que se logro en 1968. Este cálculo se basa en el supuesto de que continúe la guerra de Vietnam, ya que si se concertara la paz o al menos se llegara a una tregua la caída en el ritmo de crecimiento sería mayor.
Los efectos se extenderán a toda la economía, pero su impacto será mucho mayor en la clase obrera. En este sentido, las estimaciones que fuentes norteamericanas han hecho (véase U. S. News & World Report, febrero 17 de 1969), nos presentan el siguiente panorama:
En el año de 1968 formaron parte del ejército de desocupados... 2,817,000 personas, lo que representó el 3.6% de la fuerza de trabajo total; para 1969, se estima que la tasa de desocupación será del 4.5%, lo que indica que la cifra de gente sin trabajo se elevará a 3,610,000 trabajadores, es decir, alrededor de 800 mil personas más que en 1968.
Por otra parte, dentro de la misma clase trabajadora el impacto del desempleo afectará de distinta manera a los distintos estratos que la forman, según sea su raza y su edad. Los más perjudicados serán los de raza no blanca, cuya inmensa mayoría está formada por negros, y especialmente los jóvenes hasta de 20 años. Dentro de la misma raza blanca, los jóvenes resentirán con mayor intensidad los efectos del desempleo. Las estimaciones indican que la desocupación de trabajadores no blancos subirá de 590 mil a 780 mil, o sea, un aumento del 32% en el número de desempleados; en tanto que en el estrato de trabajadores de raza blanca la cifra de desocupación se elevará de 2,226,000 en 1968 a 2,830,000 en 1969, lo que indica un aumento del 27% en el número de gente sin trabajo en este estrato de la clase obrera.
Como puede verse, la clase obrera de los Estados Unidos afronta un verdadero problema de falta de suficientes oportunidades de trabajo, problema que se agudizaría si se redujera o terminara la guerra de Vietnam, por los millares de jóvenes que se incorporarían al ejército de desocupados.
Además del problema del creciente desempleo el pueblo norteamericano encara otros de bastante seriedad. Entre ellos, el de la inflación, o sea el continuo aumento de los precios y del costo de la vida, es uno de los más apremiantes. En los últimos años de relativo auge, los precios han estado subiendo a un ritmo promedio anual del 4%, que para una economía como la norteamericana es considerado como peligroso, por los efectos desquiciantes que produce en el aparato crediticio, en la inversión en el costo de la vida y en la capacidad de compra del público en general. Por esa razón, el gobierno norteamericano ha tomado medidas correctivas que están teniendo algún éxito en el combate de la inflación, pero que al hacerlo, están provocando otros problemas no menos serios, como los de la disminución del ritmo de desarrollo, la elevación de la tasa de interés, la escasez de crédito, el aumento del desempleo y otros similares. Parece ser que en la economía norteamericana el crecimiento genera necesariamente un proceso inflacionario, que si no se le controla acaba por provocar serios desajustes, pero si se intenta controlarlo ello tiene como resultado también la disminución en el ritmo de crecimiento y otros trastornos. Es como si la economía de Estados Unidos estuviera dentro de una camisa de fuerza que no le permite usar toda su potencialidad y lo obliga a marchar a media máquina.
Como consecuencia del proceso inflacionario, primero, y de la política restrictiva adoptada para corregir dicho proceso, después, se ha producido una considerable elevación de las tasas de interés que al encarecer el crédito eleva los costos, desalienta la inversión, y reduce la capacidad de consumo de la colectividad. Actualmente las tasas de interés se encuentran a los más altos niveles alcanzados en los últimos cien años, con tendencia a que se produzcan elevaciones todavía mayores.
La elevación de las tasas de interés, han ido haciendo crecer en proporciones exageradas las cifras que los consumidores tienen que pagar por los diversos créditos que utilizan, al grado de que en 1968 el monto de los intereses pagados alcanzó la crecida suma de 31 mil millones de dólares, o sea más del doble de lo pagado ocho años atrás, en 1960. Esta situación compromete la capacidad de compra de la población, lo que impide el crecimiento de la producción por insuficiencia de demanda de parte del los consumidores.
La Deuda Pública, que ha alcanzado cifras fabulosas, está siendo otro de los grandes problemas de los Estados Unidos. Como se sabe, el congreso norteamericano fijó una cifra límite de 365 mil millones de dólares para la deuda pública. Actualmente ya se ha llegado a ese límite pero aún así el gobierno necesita, de manera apremiante créditos adicionales para complementar sus recursos y hacer frente a las enormes responsabilidades que tiene encomendadas. En los últimos años el presupuesto gubernamental ha arrojado enormes déficit, la que ha significado que el gobierno ha tenido que descansar en una medida importante en la emisión de la deuda.
Las cargas del servicio de la deuda pública han ido creciendo vertiginosamente a medida que dicha deuda aumenta y a medida también que se han elevado las tasas de interés, En 1968 el gobierno tuvo que desembolsar la suma de 14,600 millones de dólares para pagar solamente los intereses de su deuda. Para el año corriente esa cifra seguramente subirá a los 16 mil millones de dólares.
La situación se complica para el gobierno, por las condiciones actuales del mercado de capitales en donde los valores gubernamentales, que son de renta fija, es decir, pagan interés fijo, están afrontando crecientes dificultades para ser colocados en términos favorables, por efecto de la elevación de las tasas de interés. Se plantea, pues, para el gobierno del Sr. Nixon la necesidad de aumentar el endeudamiento, en condiciones desfavorables del mercado, y con la limitación legal impuesta por el congreso de no rebasar los 365 mil millones de dólares. Con un congreso dominado por los demócratas, puede serle difícil al Sr. Nixon lograr una ampliación del límite de la deuda pública y ello aumentaría los dificultades de su gobierno
La consecuencia general de las dificultades económicas que está resintiendo nuestro vecino del norte es la de agudizar los problemas sociales y políticos dentro de ese país, además de ejercer una considerable influencia en escala mundial, especialmente sobre los países más ligados económicamente a los Estados Unidos.
En cuanto a lo primero, es manifiesta la intensificación de los disturbios raciales y estudiantiles en los que participan principalmente los jóvenes, que como vimos están siendo los más afectados por los desajustes económicos, En cuanto a lo segundo, ya se están dejando sentir en el exterior las dificultades de la economía norteamericana para sostener un ritmo de crecimiento satisfactorio.
No cabe duda que nuestro país recibirá el impacto del deterioro de la economía norteamericana, tanto por la vía del comercio exterior, como la del turismo y la del movimiento de capitales. Durante el presente año estos factores tenderán a frenar el crecimiento de nuestra economía y a hacerlo más costoso. Conviene, por lo tanto, que observemos muy de cerca el desenvolvimiento de la actividad de los negocios de nuestro poderoso vecino y que apliquemos los correctivos necesarios para inmunizar, en la medida de lo posible, a nuestra economía de los desajustes originados en el exterior.
El análisis del panorama que presenta la economía mundial y en especial la norteamericana, nos inclina a esperar para México un año difícil y probablemente de una tasa de desarrollo menor que en años anteriores. Ojalá y nos equivoquemos.♦