El canibalismo lleva el pánico a los negocios

Ni los gigantes están seguros y unos a otros se devoran en un festín de fieras famélicas.

El proceso de concentración monopolista en los Estados Unidos está en su apogeo. Grandes grupos financieros, en una sucesión que parece interminable, están absorbiendo empresas de los tipos más variados, desde instituciones bancarias, hasta una gran diversidad de empresas industriales y de servicios.

Devorados

Las siguietes grandes empresas han sido devoradas: United Fruit Co., Jones and Laughlin. Wilson Continental Baking (Twinky Wonder), General Precision Instrument, Canada Dry, Under wood, Schenley, Mead Johnson, Container Corp of America, Hooker Chemical. Y la amenaza se cierne sobre verdaderos gigantes como la Goodrich, que tiene ventas anuales de mil ciento cuarenta millones de dólares.

y México ¿qué?

La concentración de los negocios ha llevado a límites inimaginables. Solamente las 10 mayores empresas industriales de EE.UU., obtienen el 23% de las utilidades de todo el sector industrial de ese país y las 50 mayores empresas obtienen el 40% de las utilidades totales de la industria. ¿No convendría que nos preocupáramos por, revisar también nosotros la legislación para protegernos de esos gigantes. 

La ola de absorciones, fusiones y consolidaciones está afectando no solamente a empresas menores o medianas, sino a una cantidad creciente de grandes compañías con recursos y ventas de varios centenares de millones de dólares. Como casos destacados encontramos las siguientes:

United Fruit Co., empresa que hasta hace pocos meses reinaba soberana en el Caribe (excepto Cuba), y cuyas ventas anuales rebasaban los 500 millones de dólares, ha sido adquirida por la compañía AMK, empresa esta que hace poco tiempo absorbió a una de las más grandes empresas alimenticias, a la John Morrel, cuyas ventas anuales en 1967 fueron de 691 millones de dólares. Al ser absorbidas por la AMK las dos empresas perdieron su independencia y hasta su identidad, pasando simplemente a formar parte del sistema de la AMK.

Wilson & Co., la tercera empacadora de carnes de los Estados Unidos y con ventas anuales superiores a los 800 millones de dólares, y la Jones & Laughlin, importante empresa siderúrgica con ventas anuales de 904 millones de dólares, fueron absorbidas por la Ling Temco-Vought, una de las empresas de mayor fuerza expansionista en los últimos años.

Continental Baking (Twinky Wonder) la empresa más importante en la industria panificadora, con ventas anuales de 621 millones de dólares; la Rayonier, con 157 millones de ventas anuales, y la Canteen Co., con 341 millones, fueron absorbidas por la poderosa Intercontinental Telephone & Telegraph.

Hooker Chemical, importante empresa de productos químicos con 341 millones de dólares de ventas anuales, y la Island Creek Coal, productora de carbón, con ventas de 110 millones de dólares fueron absorbidas por la Occidental Petroleum Co. Con estas adquisiciones la Occidental Petroleum mejoró substancialmente su posición en el grupo de “Las 500” grandes empresas, pasando del lugar 102 que ocupaba en 1967, al 48 en 1968.

Canada Dry, con 162 millones de ventas anuales, Hunt Foods and Industries, con 524 millones y Mc Call, con 210 millones pasaron a formar parte de la Norton Simon durante el año de 1968.

Los ejemplos podrían multiplicarse tanto en el ramo industrial como en el de ferrocarriles, compañías de navegación, de comercio, etc.

El canibalismo en los negocios está amenazando con extenderse hasta a las empresas verdaderamente gigantescas, a las que disponen de recursos y ventas superiores a los mil millones de dólares. En fecha reciente el círculo de los gigantes se estremeció con dos casos en que dos empresas mil-millonarias estuvieron a punto de sucumbir ante los apetitos de grandes grupos financieros. Se trata del ChemicaI Bank New York Trust de Nueva York, y de la Goodrich de Ohio.

El Chemical Bank es el sexto banco de los Estados Unidos y dispone de recursos que se elevan alrededor de 9 mil millones de dólares, y a pesar de su tamaño gigantesco, estuvo a punto de ser controlado por la Leasco Data Processing. Por su parte, la Goodrich, con ventas anuales de 1,140 millones de dólares, está a punto de ser absorbida por la Northwest Industries Inc.

Revisión de las leyes anti-trust.

La intensificación del proceso de concentración monopolista que está afectando a las mayores empresas norteamericanas y dando origen a grandes "conglomeraciones" de intereses bancarios e industriales bajo un mismo mando, está provocando un visible y creciente nerviosismo en los círculos de los negocios y en los gubernamentales. Aunque existen distintas corrientes respecto al problema y sobre lo que debe hacerse para proteger a la sociedad y a los propios empresarios frente a las amenazas de esas grandes conglomeraciones, va perfilándose cada vez con mayor claridad la “tendencia hacia la revisión de las Leyes anti-trust que están resultando completamente ineficaces para hacerle frente al problema en las condiciones que ahora presenta.

Entre las ideas que están tomando cuerpo pueden mencionarse las siguientes: 1.— Se considera necesario asegurar la separación entre los negocios bancarios y los de tipo industrial. En la base de esta posición se encuentra la preocupación de que de no detenerse el proceso de formación de "conglomeraciones" en poco tiempo la economía norteamericana estará controlada por unos cuantos grandes grupos bancario-industriales. 2.— Se juzga indeseable, por las consecuencias de largo alcance que tendría para la competencia en los negocios, que las grandes empresas sigan absorbiendo más y más negocios, haciéndose con ello todavía más poderosas por el dominio que adquieren en el mercado. 3.— También se considera que no es conveniente que una misma conglomeración controle negocios de los tipos más diversos.

La verdad es que en todas estas direcciones la concentración de los negocios en los Estados Unidos ha ido ya muy lejos. Existen empresas, como la lnternational Telephone and Telegraph, que operan en una gama de actividades tan amplia y disímbola como las siguientes: manufactura de equipo electrónico, especialmente teléfonos; comunicaciones telefónicas; fabricación de bombas para agricultura; producción de alimentos (pan, pasteles, etc.); en el comercio; en hoteles, y hasta en el negocio de coches de alquiler (Avis Rent-a-Car). Por otra parte, existen ligas muy estrechas entre los intereses bancarios y los industriales y comerciales, como lo prueba la estructura de los grupos financieros de Rockefeller, de Morgan, de Du Pont, de Mellon y de otros. Y todas estas concentraciones monopolistas han tenido lugar a pesar de la existencia de leyes anti-trust que datan desde la Ley Sherman que fue aprobada a finales del siglo pasado, y a la que se han incorporado otras más en el curso de las décadas siguientes. Esto evidencia lo inoperante de la actual legislación antimonopolista de los Estados Unidos y la necesidad y urgencia de que sea revisada a fondo.

Los Monopolios en jauja.

La demostración del alto grado de monopolio que ha alcanzado la economía norteamericana la encontramos en la importancia que han adquirido un pequeño grupo de gigantes industriales tanto por el valor de sus ventas (dominio del mercado) como de sus recursos. Las cifras más recientes, que fueron publicadas por la revista Fortune del 15 de mayo del presente año, nos revelan que en 1968 las más grandes empresas norteamericanas disfrutaron de condiciones inmejorables, a pesar del aumento de los impuestos (especialmente el del 10% de sobre tasa sobre utilidades), y de los desajustes que se produjeron dentro del país como en el exterior.

“Las 500” empresas industriales más grandes, de un total de más de 300 mil que existen en el país, realizaron ventas por valor de 405,300 millones de dólares, lo que representa el 64% de las ventas totales del sector industrial, es decir, casi las dos terceras partes de ese gran total. Esta importante posición se acrecienta aun más en lo que respecta a las utilidades obtenidas, ya que “Las 500” obtuvieron el 74.4% de las utilidades totales de las 300 mil empresas del sector industrial.

Si consideramos el grupo más selecto de “Las 500”, es decir, el de “Las 10” de la cúspide, encontramos que este pequeñísimo grupo que solamente representa en número el 0.003% del total, obtiene el 22.5% de las utilidades totales de las 300 mil empresas industriales, es decir, más de la quinta parte de la cifra global. Este grupo de “Las 10” está formado por las siguientes empresas:

Nombre

Ventas (millones de dólares)

Utilidades Netas (millones de dólares)

General Motors

22,755

1,732

Standard Oil (New Jersey)

14,091

1,277

Ford Motor Co.

14,075

627

General Electric

8,382

357

Chrysler

7,445

291

International Business Machines

6,889

871

Mobil Oil

6,221

428

Texaco

5,460

836

Gulf Oil

4,559

626

U.S. Steel Corp.

4,537

254

Total  “Las diez”

94,374

7,299

Los nombres de estas gigantes industriales nos son muy familiares ya que todas ellas operan en México. Si ampliáramos la lista a "Las 50" mayores, encontraríamos también nombres muy conocidos ya que 41 de ellas tienen intereses en nuestro país.

El problema de los monopolios norteamericanos, como puede apreciarse es de proporciones colosales, y atañe no solamente a la sociedad norteamericana, sino de manera muy directa a nuestro propio país. En vista de esto ¿no convendría que nosotros también nos preocupáramos por revisar la legislación para protegernos de los abusos de esos gigantes?♦

Ceceña, José Luis [1969], "El canibalismo lleva el pánico a los negocios", México, Revista Siempre!, 836: 26-27, 2 de julio.