La Constitución de 1917 sentó las bases para el surgimiento y desarrollo del capitalismo de Estado nacionalista y popular. Sus artículos 27, 28 y 123 establecieron normas para una política de intervencionismo estatal en la economía orientada hacia el fortalecimiento de la independencia respecto al dominio de empresas extranjeras, de la eliminación de monopolios privados tanto nacionales como extranjeros, y de beneficio para los trabajadores de la fábrica y del campo.
Sobre la base de los postulados de la Constitución y de leyes que han emanado de ella, fue surgiendo el capitalismo de estado mexicano en un proceso zigzagueante determinado por la acción e interacción de factores internos y externos que han estado presentes en la vida económica, social y política del país desde el triunfo del movimiento armado iniciado en 1910.
Carranza Inicio el camino del Capitalismo de Estado Nacionalista:
| Obregón Cediendo a la presión del capital norteamericano, hizo concesiones lesivas al interés nacional:
| Calles (1924-28) reorientó el curso revolucionario:
| Cárdenas Impulsó la Revolución y fortaleción el Capitalismo de Estado Nacionalista y Popular:
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A Carranza correspondió el haber iniciado la etapa del capitalismo de Estado en nuestro país, aunque dadas las circunstancias de la época y la brevedad de su mandato, su acción puede considerarse más bien como atisbos de lo que vendría después. Durante el gobierno de Carranza el gobierno se hizo cargo del manejo de los ferrocarriles (que en 1909 habían sido mexicanizados parcialmente por Ives Limantour), habiéndose consumado la mexicanización del personal técnico en el sistema de los Ferrocarriles Nacionales de México.
También se hizo cargo el Gobierno de Carranza del manejo del sistema bancario, control que fue determinado por las condiciones irregulares en que se encontraban especialmente en lo relativo a la falta de respaldo metálico, para sus grandes emisiones de billetes, además de por lo circunstancia de que buena parte de ellos habían dado apoyo financiero al gobierno reaccionario y pro imperialista de Victoriano Huerta. El manejo estatal de los bancos fue muy útil en la etapa inicial de la vida institucional de los gobiernos revolucionarios, por el apoyo crediticio que significó y porque se sustrajeron del control de los grupos extranjeros y nacionales que desde finales del siglo pasado los utilizaban para consolidar su poder económico y político.
Paralelamente al control del sistema bancario, durante el gobierno de Carranza se fortaleció la idea de establecer un banco único de emisión de billetes que era una aspiración del movimiento revolucionario tendiente a arrebatarle a las clases del poder económico el control de la emisión de dinero y restituirlo a la Nación. El proyecto del banco único de emisión, bajo control estatal, sin embargo, no pudo llevarse a cabo durante la administración del presidente Carranza.
El impulso inicial que Carranza dio al capitalismo de estado sufrió importantes tropiezos durante el gobierno del general Obregón. Durante este régimen lejos de continuar y fortalecerse, registró retrocesos de consideración. El factor principal que impidió el avance en esta dirección fue la enorme presión ejercida por el gobierno de los Estados Unidos y los grupos petroleros y mineros norteamericanos sobre el general Obregón para frenar o anular el impulso revolucionario. Utilizando el instrumento del no reconocimiento del nuevo gobierno, los intereses imperialistas norteamericanos obligaron al general Obregón a hacerles importantes concesiones. Entre las de mayor relieve podemos considerar las siguientes:
Aceptación por parte del gobierno de Obregón de la no retroactividad de las disposiciones del Artículo 27 de la Constitución sobre todo en lo relativo al petróleo y minería. Con esta concesión los intereses privados norteamericanos anulaban en la práctica el contenido nacionalista de la Constitución de 1917.
Aceptación de una enorme deuda exterior, de 1,452 millones de pesos, por la suscripción del Convenio De la Huerta-Lamont, en enero de 1923. En este Convenio se incluyeron 368 millones de pesos de la deuda ferrocarrilera que anteriormente figuraban como deuda particular de las empresas controladas por el gobierno, deuda que ahora pasaba a formar parte de la deuda nacional.
Suscripción de los Convenios de Bucareli que imponían serias limitaciones al desarrollo independiente del país.
Devolución del Sistema Bancario que desde 1916 controlaba el gobierno, al sector privado. Esta devolución fue una concesión al sector privado que anteriormente manejaba los bancos y también a los Estados Unidos que demandaban de Obregón medidas concretas que demostraran que la revolución era respetuosa de los “intereses privados”. Con la devolución de los bancos el movimiento revolucionario perdió una posición estratégica que desde la cual podría haber ejercido una enorme influencia en el curso del desarrollo democrático e independiente de la economía nacional.
El gobierno del general Obregón se puede considerar, con base en estos hechos como de contemporización con el imperialismo norteamericano y con los sectores del poder económico del país. Las concesiones a estos sectores determinó la interrupción del proceso de formación del capitalismo de Estado con contenido nacionalista.
La situación cambió de manera apreciable en el gobierno del general Calles (1924-28). La Administración del general Calles se significó por una clara y vigorosa intervención en materia económica, con sentido nacionalista y popular. Los elementos sobresalientes del gobierno del general Calles en esta materia son los siguientes:
Defensa de la Constitución de 1917, especialmente en el contenido del Artículo 27 Entre otras medidas, en 1925 se aprobó la Ley Reglamentaria del Artículo 27 en el Ramo del Petróleo que interpreta fielmente el contenido revolucionario de dicho artículo y echa por tierra las concesiones del general Obregón respecto a la no retroactividad en la aplicación de ese proceso Constitucional. Un poco después, en 1926, se expidió el Reglamento de la Ley del Petróleo y se establecen las reservas petrolíferas de la nación. También fue creado un organismo con el nombre de Control de la Administración del Petróleo Nacional. Todas estas disposiciones habrían de crear serios problemas en las relaciones con los Estados Unidos que no se resignaban a perder la situación privilegiada en que se encontraban antes de la Constitución de 1917.
Creación de una serie de instituciones y empresas estatales dirigidas al fomento del desarrollo económico nacional y al fortalecimiento del gobierno como contralor del crédito y como empresario en distintas ramas de la economía. En 1925 se creó el Banco de México, como empresa del gobierno y con funciones básicas de emisor único de billetes y de control del crédito; en ese mismo año se crearon la Comisión Nacional de Caminos encargada de dar impulso a la construcción de carreteras y caminos, también en ese año se crearon los Talleres Gráficos de la Nación. Un año después, en 1926, se creó el Sistema de Bancos Nacionales de Crédito Agrícola para dar apoyo financiero a los pequeños agricultores y a los ejidatarios; también se creó la Comisión Nacional de Irrigación para aprovechar los recursos hidráulicos del país y fomentar el desarrollo económico general.
En el aspecto agrario el gobierno del general Calles dio un gran impulso a la distribución de la tierra, repartiendo más de 3 millones de hectáreas, o sea, más de tres veces la extensión repartida por el general Obregón.
Como puede apreciarse el general Calles vino a reorientar el curso de la revolución mexicana por su verdadero cauce de fortalecimiento de la independencia nacional y de lucha contra el latifundismo. Durante su gobierno se amplió y fortaleció el capitalismo de Estado con una orientación nacionalista y popular.
Pero con el Gobierno de Calles y la mayor intervención del Estado en la economía, comenzaron a aparecer algunos elementos negativos del capitalismo de Estado. Uno de ellos, y quizás el más importante fue el del enriquecimiento de políticos y amigos de los funcionarios del gobierno y de las instituciones y empresas estatales. No solamente algunos miembros de su gabinete, sino el mismo presidente Calles se fueron enriqueciendo aprovechando la posición destacada que disfrutaban en los asuntos gubernamentales, hasta convertirse en grandes potentados. Con el enriquecimiento y el afán de poder, muchos personajes otrora revolucionarios, claudicaron y se convirtieron en elementos reaccionarios. Así, el Calles revolucionario que jugó papel tan importante en el avance de la revolución se convirtió en uno de los más ricos del país y en uno de los mayores frenos para el desarrollo democrático nacional.♦