Cifras que espantan en poderío y riqueza; jamás en la historia una nación ha acumulado tanto poder y tanta riqueza; su producción sin paralelo tiene al mundo en un puño ¿Qué nos reserva el destino?
Las entrevistas de Jefes de Estado siempre han tenido un carácter político y económico. Ese carácter se acentúa cuando se trata de gobernantes de países vecinos y más todavía cuando uno de ellos es grande, poderoso y con fuertes intereses económicos en el otro. Es por esta razón que la entrevista de los Presidentes de México y de Estados Unidos que se está realizando en Puerto Vallarta, y la que en breve tendrá lugar en Washington entre el Sr. Nixon y el Presidente electo de México, constituyen acontecimientos cuya importancia no puede soslayarse.
Independientemente de los auténticos deseos de estrechar una amistad firme y duradera que seguramente abrigan nuestros dos pueblos y que se comprueban a cada instante en los contactos directos que tienen por razón de la vecindad, el nuestro manifiesta temores de que el gobierno de los Estados Unidos y los fuertes intereses económicos que sobre él influyen, aprovechen estas entrevistas para tratar de ejercer presiones que pueden ser lesivas a la independencia económica y política de nuestro país.
A decir verdad, los temores de nuestro pueblo no son infundados ya que los Estados Unidos son un país muy poderoso y su política exterior tiene un carácter expansionista y dominante. Si tal es la política de los Estados Unidos en el mundo y aún respecto a países muy desarrollados ¿podría México ser la excepción?
El poderío norteamericano
Unas cuantas cifras básicas son suficientes para apreciar la magnitud de la fuerza económica y militar de los Estados Unidos.
Superficie y población. La extensión territorial actual de los Estados Unidos es de 9.4 millones de kilómetros cuadrados, o sea, más de cuatro veces la superficie de nuestro país. La población alcanza 203 millones de habitantes (según la estimación para 1969) cifra también cuatro veces la correspondiente a México. De esta población 180 millones son blancos, 22 millones negros y el resto de otras razas.
Valor de la producción. En el año de 1969 la producción total norteamericana alcanzó la fabulosa cifra de 932,100 millones de dólares, con un ritmo de crecimiento promedio anual de un 4%. Por el valor de la producción los Estados Unidos superan a todos los países del mundo y es 7 veces la alcanzada por Alemania Federal y Japón, sus más próximos competidores del mundo occidental, y más de 30 veces la que corresponde a nuestro país.
Los Estados Unidos ocupan el primer lugar en el mundo en la producción de una serie de productos básicos: petróleo, carbón, acero, ácido sulfúrico, plásticos, aluminio, cobre, plomo, automóviles, maquinaria, artículos de hogar, y otros más. En la producción de mineral de hierro y de cemento, ocupan el segundo lugar.
Con una economía tan desarrollada, los Estados Unidos son los primeros exportadores e importadores del mundo, pues su comercio exterior rebasa los 74,000 millones de dólares. Esta cifra es casi el doble de la de su próximo rival, la República Federal Alemana, y más de 24 veces el comercio exterior de México.
La población trabajadora de los Estados Unidos se eleva a casi 80 millones de personas, o sea más de tres veces la de Inglaterra y Alemania, cuatro veces la de Francia y más de cinco veces la de México. De la población trabajadora norteamericana un 4% se encuentra desocupada de manera más o menos permanente, subiendo la proporción en épocas de malos negocios y bajando en periodos de auge.
Niveles de vida altos. Aunque los Estados Unidos no ocupan el primer lugar en el mundo por el nivel de ingreso promedio por habitante, pues son superados por Suecia, Suiza y Dinamarca, superan a todos los demás en esas cifras promedio, y los principales indicadores del nivel de vida revelan su alto desarrollo. Así, la población norteamericana posee 75 millones de automóviles (cada 2.7 personas poseen uno), 53 millones de teléfonos, 85 millones de aparatos de TV y 200 millones de aparatos de radio.
El reverso de la medalla indica que existen más de 6 millones de familias pobres, con un total de 25 millones de personas, de las cuales 8.5 millones son de raza negra. Además, según se indicó, existen más de tres millones de desocupados de manera más o menos permanente.
El gobierno norteamericano. Las proporciones que ha alcanzado el aparato gubernamental de los Estados Unidos son enormes. Sus propiedades ascienden a 287 mil millones de dólares, su gasto anual se eleva a 200 mil millones de dólares y ocupa a más de 3 millones de personas en empleos civiles, más otros 3.5 millones en las fuerzas armadas. La deuda gubernamental alcanza los 280 mil millones de dólares, por la que paga, sólo por intereses, cerca de 20 mil millones de dólares. Todas estas cifras corresponden sólo al gobierno federal.
De los gastos totales se destinan a asuntos militares más de 80 mil millones de dólares cada año, lo que viene a representar el 40% del presupuesto total. Para dichos gastos cada norteamericano “aporta” algo más de 400 dólares al año, y el conjunto del país destina el 10% de la producción anual para fines militares. Los Estados Unidos son, de esta manera, un país militarizado en buena proporción, aún en las condiciones actuales de relativa paz.
Intereses en el exterior. Las inversiones norteamericanas en el exterior alcanzan una magnitud tan elevada, que se habla de la existencia de una tercera potencia económica en el mundo occidental, además de los Estados Unidos considerados en los límites de sus territorios y de la Europa Occidental, refiriéndose a las empresas norteamericanas en el exterior. En efecto, el valor en libros de las inversiones norteamericanas en petróleo, minas, industrias, actividades comerciales, bancarias, etc., se eleva a más de 50 mil millones de dólares, o sea, casi dos veces el valor total de la producción anual de México.
Además de esos intereses, el gobierno norteamericano y los inversionistas privados de ese país, poseen inversiones en valores, créditos, etc., en el exterior, que ascienden a más de 25 mil millones de dólares.
El mantenimiento y expansión de este enorme imperio económico ha llevado a los Estados Unidos a extender en proporciones gigantescas sus efectivos militares en el exterior a la organización de bloques multinacionales de tipo militar, al establecimiento de misiones militares en gran cantidad de países, y al otorgamiento de “ayuda” militar y financiera para un creciente número de países, que se otorga de manera directa o a través de una serie de organismos internacionales en los que dicho país tiene preponderancia.
Los efectivos militares norteamericanos en el exterior ascienden a un millón y medio de personas (medio millón sólo en Vietnam, 225 mil en Alemania Occidental, 55 mil en Corea del Sur, 50 mil en Tailandia y 40 mil en Japón, entre otros); dispone de 430 grandes bases militares distribuidas en puntos estratégicos del mundo occidental, además de otras 3 000 de menor tamaño; participa y domina varios bloques militares entre los que destaca la NATO [OTAN], con varios de los más importantes países de Europa, y el CENTO [Organización del Tratado Central] en el Medio Oriente, dirigidos ambos a cercar a la Unión Soviética, y el SEATO [Organización del Tratado del Sureste Asiático], en el Oriente Suroriental, para cercar a la República Popular China; tiene misiones de ayuda técnica y económica en muchos países, entre ellos la mayoría de los de la América Latina, misiones que tienen también un franco carácter militar. Como se sabe hasta ahora han fracasado los intentos de los Estados Unidos de formar un “bloque de defensa continental”, en la América Latina similar a los demás bloques del mismo carácter.
Frente a este panorama ¿podemos considerar que México puede ser la excepción? ¿podríamos pensar que el gobierno de los Estados Unidos y los grupos monopolistas (que no el pueblo norteamericano) en un gesto generoso y desinteresado van a exceptuar a México de sus ambiciones de dominio económico y político? Sería ingenuo y de una falta de vigilancia patriótica creerlo así, basta considerar que somos vecinos y que las inversiones directas y en forma de créditos alcanzan cifras considerables (no menos de 4 mil millones de dólares en conjunto), para estar seguros de que esos sectores de los Estados Unidos incluyen a México dentro de sus planes de dominación. El pueblo mexicano tiene plena conciencia de que ello es así y por ese motivo está siempre decidido a dar su total apoyo a sus gobernantes en estas siempre difíciles confrontaciones con nuestro poderoso vecino.♦