China ahora, vista por Siempre!

En el año de 1949 el pueblo chino sacudió al mundo al tomar el poder y proclamar el nacimiento de la República Popular China. El país más poblado de la Tierra y uno de los más extensos y mejor dotados con recursos naturales, surgía con gran pujanza superando un pasado de miseria humana y económica en que lo había sumido la codicia y ambiciones de los imperialistas occidentales y japoneses.

De nuevo en 1966 China se convirtió en el centro focal de la atención mundial al iniciarse el movimiento de la Revolución Cultural Proletaria que habría de durar más de 4 largos años y durante los cuales la República Popular China quedó prácticamente aislada del mundo exterior, tanto por efecto de la propia Revolución Cultural como de la política de cercamiento de parte del imperialismo norteamericano. En el presente año, 1970, la República Popular China vuelve a concentrar el interés mundial por su enérgica política de rompimiento del cerco que el imperialismo norteamericano logró levantar a su alrededor en un intento estéril de estrangularla, política que le está permitiendo integrarse con celeridad a la economía mundial y al concierto de las naciones.

A la Gran Bretaña y Francia, que desde hace años mantienen relaciones diplomáticas con la China Popular se vinieron a sumar Canadá e Italia entre los grandes países capitalistas, vislumbrándose la posibilidad de que otras naciones occidentales desarrolladas, Bélgica, Austria, entre otras, se incorporen a este proceso de reconocimiento de que la República Popular China es el único país del pueblo chino y que legítimamente tiene el derecho de figurar en las Naciones Unidas y otras organizaciones multinacionales importantes.

Han mejorado también de manera notoria las relaciones de China con los países que forman el bloque socialista, especialmente con Rumania, RDA, Polonia, Checoslovaquia, y también con la Unión Soviética. Se han ido reestableciendo gradualmente las buenas relaciones que existían anteriormente, tanto en materia comercial, como diplomática.

Las relaciones con el “Tercer Mundo”, aunque menos espectaculares parecen ser una de las metas centrales de la República Popular China y en donde más éxitos ha logrado, especialmente en el continente asiático y africano, aunque también las relaciones con los países de la América Latina tienden a mejorar.

La actitud y opinión mundial también han cambiado favorablemente respecto a la República Popular China. Por primera vez una mayoría de países votó a favor del ingreso de China en las Naciones Unidas, aunque no se lograron los dos tercios requeridos según las normas del organismo mundial. Los Estados Unidos lograron, seguramente por última ocasión, bloquear la entrada de este inmenso y gran país al más importante organismo multinacional.

Los principios que norman la política de relaciones de China con el exterior son de tal manera sólidos y sanos, y la importancia económica del país es tan grande, que se puede augurar que en breve plazo quedará incorporada plenamente al concierto de las naciones y a la economía mundial. Esos principios son los de “respecto mutuo de la soberanía e integridad territorial, la no interferencia en los asuntos internos y la igualdad y beneficio recíproco” que según lo consigna el editorial del “Diario del Pueblo” reproducido en el Pekín Informa, Núm. 46, del 16 de noviembre de 1970. “Es el único camino en que la coexistencia pacífica entre las naciones de distinto régimen social, puede realizarse de manera genuina”.

La Feria de Cantón, puente de comercio y amistad.

La última Feria de Cantón, que tuvo lugar del 15 de octubre al 15 de noviembre del presente año y a la que tuvimos la oportunidad de asistir, reflejó plenamente los importantes cambios que están teniendo lugar tanto en el interior de China, como en su política con el exterior.

Por una parte, los productos mostrados en la Feria mostraron los avances técnicos y económicos que ha logrado el país en los últimos años, ya que la variedad, calidad y cantidad de los productos exhibidos fue superior a las de las Ferias anteriores. Por otra parte, la asistencia de empresarios, la variedad de su origen y el monto de las operaciones realizadas fue visiblemente mayor.

La delegación más numerosa fue desde luego, la formada por los “chinos de ultramar” que por centenares acudieron a la feria a realizar operaciones de compra y venta, así como a visitar a la madre patria. Le siguió la delegación del Japón, también formada por varios centenares de empresarios que según los informes llevaron a cabo operaciones de gran cuantía. Debe indicarse que el comercio de China con Japón sobrepasó en 1969 los 600 millones de dólares, con una tendencia muy clara hacia el aumento.

Otras delegaciones comerciales importantes fueron las de Paquistán, Gran Bretaña, Alemania Occidental, Suecia, Canadá, Australia, Francia, Holanda, Bélgica e Italia. También los países socialistas concurrieron especialmente Rumania. Empresarios mexicanos también participaron de manera activa, realizando operaciones de compra de maquinaria y de otros productos en condiciones muy ventajosas. Brasil logró hacer operaciones de alguna cuantía de productos químicos, entre otros, estableciendo contactos que seguramente tenderán a incrementar el comercio. Otros países latinoamericanos están en el proceso de iniciar operaciones de beneficio recíproco, como Costa Rica, Panamá, y otros.

Reviste un interés especial indicar que la Feria de Cantón que acaba de realizarse estuvo impregnada de un espíritu amistoso tanto de parte de China como de los participantes. A través del trato personal, de grandes murales, de letreros gigantescos, y de otros medios, China expresó al mundo de manera inequívoca su deseo de estrechar relaciones comerciales y de amistad con todos los pueblos de la Tierra. La idea sobresaliente fue la de que “China tiene amigos en todo el mundo”.

Ante este panorama debemos reflexionar seriamente y con toda responsabilidad sobre la posición  más justa que México debe adoptar respecto a la República Popular China, que a nuestro juicio no debe ser otra que la de propiciar por todos los medios posibles el estrechamiento de las relaciones comerciales, culturales y de amistad, ya que existe coincidencia en los principios de nuestra política internacional y los de ese coloso, de respecto mutuo y de beneficio recíproco, como normas de las convivencia entre los pueblos. La situación internacional nunca fue mejor para llevar a cabo esta política de acercamiento con China.♦

Ceceña, José Luis [1970], "China ahora, vista por Siempre!", México, Revista Siempre!, 911: 26-27, 9 de diciembre.