El mercado mundial, inestable; los precios muy fluctuantes y con clara tendencia a la baja. La plata ya no tiene la importancia decisiva que tenía en el comercio exterior de México y que representaba el 76 por ciento de nuestra importación total en 1972-73, pero aún alcanza una cifra considerable: 570 millones en 1967. Los usos industriales de la plata han aumentado —fotografía, electrónica y productos eléctricos, artículos de plata fina, soldadura, etc.—, pero su utilización como moneda se ha desplomado. México, hasta 1967 fue el primer productor de plata en el mundo; en 1968 pasó al segundo lugar, después de Canadá y los Estados Unidos. Aún así, la producción de México en 1970 fue de 40.2 millones de onzas, que representaron el 16.3% de la producción mundial. Se necesita una acción conjunta —al menos de los países latinoamericanos que producen el 33% del total mundial— para hacerle frente al problema de la plata, frente a los grandes consumidores y principalmente a los especuladores que con sus manipulaciones lesionan los intereses de los países productores. |
La plata ha estado ligada a los destinos de México por cuatro largos siglos. La plata mexicana en pasta y en cuños ha circulado por todos los países del mundo, desde los tiempos coloniales. Los Estados Unidos utilizaron los cuños mexicanos —old spanish dollar— como moneda circulante en los primeros años de su vida independiente; China, Corea, Filipinas y otros países de oriente también incorporaron a su moneda en circulación las monedas de plata mexicanas. Como dato curioso y revelador puede mencionarse el de que en las Tumbas de la dinastía Ming, en China, cerca de Pekín, entre los objetos valiosos que en ellas se encontraron figuraban monedas mexicanas de plata.
Cuando se habla de la plata se piensa necesariamente en el dinero y con razón, ya que este metal adquirió esa categoría económico – social desde tiempos remotos, y contrariamente a lo que comúnmente se cree, la plata se convirtió en dinero muchos siglos antes que lo hiciera el oro. Los testimonios existentes revelan que en Mesopotamia, alrededor de 27 siglos antes de Jesucristo, la plata era ya utilizada como dinero, aunque no en forma de cuños sino de pedazos de metal que eran pesados en cada transacción. El oro llegó a adquirir la calidad de dinero varios siglos después, también en la forma de lingotes o pedazos de metal. Los cuños, o moneda acuñada apareció mucho después, considerándose a Lidia, del Asia Menor, como la primera que lo hizo, siendo los primeros cuños de una aleación de oro y plata llamada electrum.
México, gran productor
Al poco tiempo de la conquista española nuestro país se convirtió en un gran productor de plata, llegando en poco tiempo a colocarse en primer lugar en el mundo, sitio que logró mantener hasta 1965 él que fue superado por los Estados Unidos, en 1966 y por Canadá en 1968. Actualmente ocupa el tercer lugar como productor mundial de plata, con 40.2 millones de onzas, que representan el 16.3% de total.
El comercio exterior de México dependió preponderantemente de la plata por un largo periodo de nuestra historia. En 1872-73 las exportaciones de plata en pasta y en cuños representaba el 76% del total, es decir, más de las tres cuartas partes de todas las exportaciones del país. De esta manera, la plata era el producto que decidía la capacidad de generación de divisas del país y su capacidad de importar los productos necesarios. Para México era vital el mercado mundial de la plata, ya que de su solidez dependía en una medida exageradamente alta las condiciones generales de la economía.
El mercado mundial de la plata no presentó grandes problemas por un largo tiempo en que dicho metal constituía la base principal de los sistemas monetarios de la mayoría de los países del mundo, especialmente de los más importantes. Con la excepción de Inglaterra, que desde principios del siglo XIX adoptó el Patrón Oro, la mayoría de las naciones del mundo utilizaban a la plata como su Patrón Monetario, fuera como único patrón, o paralelamente al oro (Patrón; Bimetálico).
Las dificultades principales de la plata empezaron cuando el Imperio Alemán a raíz de su victoria sobre Francia, adoptaron el patrón oro apoyándose en las cuantiosas cantidades de metal amarillo que recibieron de los franceses por concepto de reparaciones. Con esta medida del Imperio Alemán no solamente se redujo la demanda de plata por parte de ese país, sino que el metal desmonetizado fue puesto a la venta de inmediato provocando una caída en los precios del metal blanco. La situación se agravó cuando uno a uno los demás países que tenían Patrón Plata o Bimetálico adoptaron el Patrón Oro: la caída de los precios se hizo más intensa con el debilitamiento general de la demanda.
Aunque la demanda de plata para fines monetarios siguió existiendo porque aún los países que adoptaron el Patrón Oro utilizaron la plata para acuñar monedas de distintas denominaciones para las transacciones corrientes, los países productores de plata, sufrieron un fuerte quebranto con la adopción del Patrón Oro, porque la plata dejó de ser la base de sus sistemas monetarios.
México siendo el principal productor de plata en el mundo, recibió un fuerte impacto con el debilitamiento del mercado y la caída de los precios del metal blanco. Afortunadamente para nuestro país, poco tiempo después de producirse el desplome de la plata, otros productos mineros, (minerales industriales) registraron un considerable incremento en su producción así como otros productos de exportación, incremento derivado de la creciente demanda que de ellos hicieron los grandes países industriales. Sin embargo, todavía en vísperas de la Revolución Mexicana la plata representaba el 33% de las exportaciones totales de nuestro país.
Actualmente la plata ha descendido notoriamente en su importancia en las exportaciones mexicanas como resultado del proceso de crecimiento de otros sectores de la economía. Aún así, en 1968 la producción de plata superaba los mil millones de pesos —1,072 millones— y las exportaciones alcanzaron la no despreciable suma de 1,007 millones de pesos. La plata, por lo tanto, sigue teniendo importancia en nuestra economía y en el comercio exterior.
La caída en los precios de la plata
Los precios de la plata se han caracterizado por sus constantes fluctuaciones debido a diversos factores entre los que destacan las manipulaciones de grandes especuladores, la política platista del Gobierno Norteamericano, la tendencia de muchos países a sustituir ese metal por otros de menor precio en las acuñaciones de moneda y la ausencia de una acción conjunta de los productores.
En fechas recientes los precios de la plata han manifestado una franca tendencia a la baja que amenaza con causar serios perjuicios (los está causando ya) a los principales productores de ese metal. De un máximo de 204.2 centavos de dólar la onza en 1969 bajó a 192.8 máximo en 1970, y al 18 de junio la cotización en Nueva York fue de 1,633 precio de venta, sin que hubiera cotización precisa de parte de los compradores. La demanda de plata se manifiesta errática, débil y con tendencia a debilitarse al menos a corto plazo, con la consiguiente alarma en los países productores.
Los problemas que está afrontando el mercado de la plata ha llevado a México a convocar una reunión de los principales productores (New York Times, del 10 de junio de 1970) para buscar caminos que permitan, mediante una acción conjunta, detener la caída de los precios, mejorar dichos precios en lo posible y lograr la mayor estabilidad posible a niveles remunerativos. Los principales países productores de plata (excluidos los países socialistas) son los siguientes, para el año de 1970:
Millones de Onzas | |
Estados Unidos Canadá México Perú Bolivia Otros del Continente Occidental Australia Japón | 44.5 43.9 40.2 37.0 5.6 11.0 22.0 11.0 |
Total mundial | 246.6 |
La América Latina en conjunto produce el 33% del total mundial, siendo los principales productores México, Perú, Bolivia, Honduras, Chile y Argentina. Su acción unitaria tendrá bastante importancia.
Una acción conjunta de los principales países productores seguramente que puede tener efectos favorables para su producción platista, no obstante que la tendencia generalizada de no utilizar la plata, en la acuñación de moneda, tendencia que se basa en razones económicas ya que es menos costosa la emisión de billetes y la acuñación de moneda con metales más baratos que la plata.
Las perspectivas de la plata se derivan del incremento constante que están teniendo sus usos industriales, ya que como metal monetario hace tiempo que ha perdido su importancia. Actualmente los usos industriales del metal blanco representan más del 90% del consumo total, utilizándose con fines monetarios apenas un 8%. Entre los usos industriales destacan los siguientes: fotografía y cinematografía, el 29% del total; productos eléctricos y electrónicos, el 26%; artículos de plata fina, 12%; aleaciones para soldar, 12%; artículos galvanizados, 11%; joyería, 3%, y otros usos industriales y monetarios, 10%.
Como puede verse, los usos de la plata en diversas industrias son muy promisorios ya que las actividades en las que se utiliza son de gran dinamismo; tales como la fotografía, y las industrias eléctricas y electrónicas (la plata es el mejor conductor de la electricidad que se conoce hasta ahora).
Ojalá y que la reunión convocada por México tenga éxito y nuestro país apoyado en los otros de la América Latina principalmente, logre condiciones favorables para unificar la acción de los productores en el mercado mundial. Esto es indispensable para ayudar a nuestra aporreada minería que afronta tantos problemas.♦