Sólo si la oligarquía toma conciencia de la amenaza de derrumbe de su propia prosperidad por su sujeción a los intereses del capital extranjero, podrá independizarse y salvarse.
El segmento de la oligarquía representado por mexicanos (y extranjeros enraizados en el país) con lazos estrechos con empresas o intereses extranjeros, tiene una gran importancia económica y desde luego también política. Se encuentra ubicada en muchas de las principales empresas bancarias, industriales y comerciales del país. Sus integrantes son las figuras más conocidas en el mundo de los negocios, porque constantemente ocupan las primeras planas de diarios y revistas, por sus declaraciones respecto a los asuntos económicos, o por sus actividades de inversión o de tipo social.
La asociación de este sector con intereses extranjeros alcanza grandes proporciones, realizándose en distintos niveles: al alto nivel de las finanzas y al nivel de las empresas industriales y de otro tipo. La asociación, a su vez, reviste con frecuencia la forma de una asociación minoritaria para la parte mexicana, aunque parece verse la tendencia al aumento de la proporción representada por los intereses mexicanos.
La posición que guarda la oligarquía nacional asociada frente a los intereses extranjeros, en conjunto, es más bien de supeditación, la que reviste una variedad de formas: supeditación financiera, tecnológica, administrativa y mercantil. Esta supeditación significa que la oligarquía extranjera se apoya en el papel que juega el sector de la oligarquía mexicana asociada, para lograr las máximas ventajas en materia de trato gubernamental favorable, precios, cuotas, etc. Esto quiere decir que se produce una comunidad de intereses entre estos dos sectores de la oligarquía, lo que significa el fortalecimiento de la oligarquía extranjera, que es la más poderosa.
En muy buena medida, el desarrollo económico que ha registrado el país desde los años cuarenta, tiene ese carácter. Con él se ha ido consolidando el poder de los monopolios extranjeros en nuestra economía, aunque ello también ha significado grandes beneficios para los socios mexicanos, que han derivado importantes utilidades de esa asociación.
Para dar una idea aproximada de la importancia del sector de la oligarquía mexicana asociada y del grado que alcanza su asociación con intereses extranjeros, presentamos la siguiente tabla, en la que se han seleccionado algunos de los ejemplos más notorios:
|
Total de Empresas en |
De Control |
De Fuerte |
Independientes |
Gobierno |
Total de Ingresos |
---|---|---|---|---|---|---|
Lic. Antonio M. Correa | 16 | 13 | 1 | 2 | --- | ... |
Lic. Eduardo Suárez | 18 | 6 | 7 | 140 | 1 | 4 100 |
Carlos Trouyet | 21 | 3 | 10 | 8 | --- | 3 126 |
Pablo Díez | 14 | 1 | 8 | 5 | --- | 8 136 |
Agustín Legorreta | 17 | 2 | 6 | 3 | 6 | 8 240 |
Luis G. legorreta | 10 | --- | 6 | --- | 4 | 7 002 |
Gastón Azcárraga | 11 | 1 | 8 | --- | 2 | 6 104 |
Raúl Bailleres | 11 | --- | 8 | 3 | --- | 3 624 |
Maximino Michel | 15 | 5 | 4 | 6 | --- | 5 620 |
Lic. M. Gómez Morín | 7 | 3 | 4 | --- | --- | 1 859 |
Lic. Aarón Sáenz | 16 | --- | 5 | 7 | 4 | 1 760 |
La muestra que hemos presentado de diez conspicuos integrantes de la oligarquía mexicana asociada al capital extranjero nos indica con toda claridad el alto grado de comunidad de intereses que existen entre ellos y los monopolios del exterior. Pueden observarse sin embargo, algunas diferencias que vale la pena destacar. En algunos casos la asociación con empresas de control extranjero es predominante. En otros, lo predominante es la asociación con intereses extranjeros pero en empresas no totalmente extranjeras, sino empresas en las que ya existe una importante participación de capitales mexicanos. Finalmente, en otros casos el aspecto predominante es la inversión en empresas fuera del control de capitales extranjeros.
Las diferencias anotadas sin embargo, no llegan a modificar el rasgo característico de este sector de la oligarquía, o sea que mantienen lazos muy estrechos con monopolios extranjeros y que se encuentran en muy buena medida supeditados a esos monopolios. Su posición es desventajosa frente a sus socios del exterior, quienes tienen una franca superioridad financiera, tecnológica, administrativa y mercantil, por lo que en general son los que constituyen el factor de mayor dominio.
Ahora, lo fundamental que debe interesarnos es precisar qué papel juega este sector de la oligarquía mexicana en el desarrollo económico del país, de tipo independiente y para beneficio general de la población mexicana. Este es uno de los motivos básicos que nos ha inducido a ocuparnos de este tema en la serie de artículos que hemos presentado en las últimas semanas.
En primer lugar, la supeditación de este sector de la oligarquía a los monopolios extranjeros nos lleva a considerarlo en términos generales como un factor negativo para lograr el desarrollo independiente de nuestro país. También en términos generales podemos afirmar que esta oligarquía al mantener intereses comunes con capitales del exterior sirve a esos intereses en el sentido de facilitarles el dominio de la actividad económica porque su éxito económico está estrechamente vinculado al éxito que sus socios extranjeros tengan en sus operaciones. Esto no obstante, existen algunas posibilidades de que en este sector pueda jugar un papel positivo, en la medida en que se fortalezca económicamente, y luche por ir controlando él mismo los negocios en los que se encuentra asociado con los monopolios extranjeros.
¿Existen realmente estas posibilidades? La respuesta debemos buscarla en los hechos. Hay algunos factores que parecen apuntar hacia una toma de conciencia de este sector de la oligarquía, de que su propia existencia se encuentra cada vez más amenazada y que ello está llevando a algunos de sus representantes a presentar aunque con debilidad y con una serie de limitaciones una mayor resistencia al dominio que los monopolios extranjeros quieren tener sobre los negocios en el país. No sólo estamos viendo que destacados voceros de este sector se están atreviendo más y más a hacer planteamientos de oposición a la ampliación del dominio de las inversiones extranjeras, sino que hasta están apoyando algunas medidas gubernamentales de defensa. Este es el caso del reciente proyecto de Reformas a la Ley de Instituciones de Crédito, que pretende eliminar al capital extranjero de ese nervio vital que es la banca. Se ve aquí el surgimiento de conflictos de intereses de la oligarquía mexicana asociada con la oligarquía extranjera.
Los hechos anotados son todavía insuficientes, sin embargo, para considerar a este sector como un núcleo de resistencia frente a los intereses extranjeros. Una gaviota no hace verano. Las fuertes ligas que existen con los monopolios extranjeros dominan el panorama, especialmente en la rama industrial, hoy por hoy el sector más dinámico y sensible del desarrollo económico. Esas ligas pueden llevar a la oligarquía mexicana asociada a seguir siendo un factor negativo en el desarrollo independiente del país ¿O podemos esperar que la asociación con los monopolios extranjeros se realice sobre otras bases, que disminuya y elimine la supeditación que ahora existe a aquellos intereses? Los hechos indican que no se puede esperar un cambio tan importante. Pero ellos mismos tienen la palabra, dejemos que respondan con acciones, no solamente con declaraciones, ante la Nación.
En el otro aspecto, en el papel de la oligarquía mexicana asociada en el desarrollo económico para beneficio de las mayorías del país, la conclusión que podemos derivar del comportamiento de sus más importantes integrantes, es la de que es negativo, porque se conducen francamente como monopolistas, interesados fundamentalmente en acumular riqueza, obtener altas utilidades, dejando en un plano secundario los intereses de los consumidores, de los trabajadores y empleados a su servicio.♦