Como puede verse, el sector representado por las empresas privadas independientes se compone de 128 empresas importantes, cuyas ventas alcanzan la cifra de 8 750 millones de pesos (año de 1960), suma que representa el 20% de las ventas totales de las 400 mayores. Es decir, solamente la quinta parte del núcleo económico básico corresponde a la burguesía nacional, por lo tanto, tiene escasa fuerza económica y se encuentra en franca desventaja frente al capital extranjera y del estrechamente asociado a él, así como frente al Gobierno mismo. La debilidad de este sector, sin embargo, le impide jugar un papel importante en la lucha contra los monopolios extranjeros y de sus asociados; esta debilidad puede ser superada si el gobierno resolviera ayudarlos.
Existe un acuerdo general de considerar como burguesía nacional al sector capitalista privado que no tiene ligas de comunidad de intereses con capitales extranjeros, o para el que al menos, esas ligas son débiles y no implican supeditación. En tal sentido se considera que la burguesía nacional tiene el interés esencial de fortalecerse a sí misma, lo que intenta hacer en forma independiente respecto a los monopolios extranjeros. Se plantea así un conflicto de intereses entre los capitales monopolistas del exterior que buscan expansionarse y controlar la economía de nuestros países y la burguesía nacional que lucha por controlar ella misma la actividad económica de la Nación.
De acuerdo con esta tesis, la burguesía nacional sería una fuerza económica de resistencia frente al dominio de los monopolios extranjeros, ya que sus intereses vitales de subsistencia y desarrollo la impulsan a adoptar esa posición. El conflicto surge porque los avances de los monopolios se producen en menoscabo de la burguesía nacional. La defensa de sus propios intereses lleva así a la burguesía nacional a oponerse al dominio de los monopolios extranjeros, aparte de los sentimientos patrióticos que puedan impulsarla a adoptar esa posición.
Para que la burguesía nacional adopte esa postura y pueda jugar un importante papel en la lucha contra el dominio económico extranjero se requiere, sin embargo, que se cumplan algunos requisitos básicos, sobre todo que disponga de una fuerza suficiente que le permita mantener su independencia tanto en lo que hace al financiamiento de sus negocios, como al abastecimiento de materias primas, equipo y recursos tecnológicos. Sin esa fuerza, los capitalistas nacionales son fácil presa de los grandes monopolios internacionales, que los absorben o los convierten en apéndices económicos. De acuerdo con estas ideas, se hace indispensable tratar de precisar la fuerza económica de que dispone la burguesía nacional, como primer paso para poder cambiar su posición frente al gran problema nacional de resistir la invasión económica extranjera.
La actividad económica en el país (con datos del estudio realizado por el suscrito para el año de 1960), se realiza a través de varios millones de empresas. De ellos, sin embargo, solamente alrededor de 2 mil alcanzan un gran tamaño, ya que un considerable número son pequeños talleres, industrias familiares y comercios al menudeo. El grupo de las 2 mil que alcanzan categoría de medianas y grandes empresas, logran vender cada una más de 5 millones de pesos al año, y en conjunto 56 000 millones.
Dentro de las 2 mil grandes empresas existe un núcleo de 400, las mayores que en conjunto representan la columna vertebral de la economía nacional. Las ventas globales de esas 400 empresas alcanzan la suma de 44 mil millones de pesos, o sea, el 77% de la cifra de ventas totales de las 2 mil empresas importantes. En estas 400 empresas, por lo tanto, se localiza la verdadera fuerza económica de los empresarios. Es en este núcleo en donde podemos precisar la importancia que tiene la burguesía nacional, que es el problema que nos ocupa esta ocasión.
El análisis de los datos de las 400 empresas mayores del país nos muestra lo siguiente:
Número |
Ventas Millones de pesos |
% | |
---|---|---|---|
Empresas de Control Extranjero | 160 | 15 764 | 36 |
Empresas de Fuerte Participación Extranjera | 73 | 8 342 | 19 |
Empresas Privadas Independientes | 128 | 8 730 | 20 |
Empresas del Gobierno | 39 | 10 956 | 25 |
400 | 43 782 | 100 |
Como puede verse, el sector representado por las empresas privadas independientes se compone de 128 empresas importantes, cuyas ventas alcanzan la cifra de 8 750 millones de pesos (año de 1960), suma que representa el 20% de las ventas totales de los 400 mayores. Es decir, solamente la quinta parte del núcleo económico básico corresponde a la burguesía nacional. Lo grueso de las grandes empresas se encuentra bajo el control directo o bajo una fuerte influencia de capitales extranjeros. Otro sector de esas grandes empresas se encuentra bajo el control del gobierno. La burguesía nacional, por lo tanto, tiene escasa fuerza económica y se encuentra en franca desventaja frente al capital extranjero y del estrechamente asociado a él, así como frente al gobierno mismo.
Convine ahora distinguir dentro de la burguesía nacional dos estratos que la componen: la alta burguesía nacional y la mediana burguesía nacional. La alta burguesía nacional, que viene a formar parte de la oligarquía, aunque no su brazo más poderoso, controla 26 de las empresas mayores del país, con ventas promedio de 150 millones de pesos al año. En conjunto las 26 empresas tienen ventas de alrededor de 4 mil millones de pesos anuales. Dentro de la burguesía nacional constituye el sector de mayor fuerza económica.
La mediana burguesía nacional, por su parte, controla 102 empresas de las 400 mayores, con ingresos promedios de 47 millones de pesos anuales. Se trata de empresas independientes sin lazos de dependencia respecto a los grandes monopolios extranjeros.
Ahora, debemos preguntarnos cuál es la posición de cada uno de estos dos segmentos de la burguesía nacional, frente al dominio económico de los monopolios extranjeros ¿En que medida son, o pueden ser un factor de resistencia frente a la ocupación económica realizada por los capitalistas extranjeros? Veámoslo uno a uno.
Dentro de la alta burguesía nacional figuran varios de los hombres de negocios del Norte del país, (especialmente de Monterrey así como de la capital de la República. Sobresalen los Garza Sada, los Hermanos Campos, los Ramírez, Zambrano, los Vallina, los Ruiz Galindo. También podemos incluir dentro de este grupo de la alta burguesía a algunos extranjeros residentes y asimilados a la vida nacional, como los Pando, los Jacques, los Lance, los Barquín y otros.
Todos estos grandes capitalistas poseen importantes fortunas y manejan grandes negocios que en no pocos casos tienen el carácter de monopolios. Indiscutiblemente que los impulsa el deseo de aumentar sus riquezas y de ampliar sus negocios y obtener cada vez mayores utilidades. Sin embargo, su posición de fuerza les permite defenderse mejor de las presiones que ejercen los monopolios extranjeros. Se puede decir que son por “razón natural” conservadores y partidarios del “status quo”, pero que constituyen núcleos de resistencia al dominio extranjero. Esta resistencia, sin embargo no es firme y flaquea cuando existen perspectivas de lograr beneficios económicos.
La mediana burguesía se encuentra en una posición algo distinta a la de la alta burguesía. Su relativa debilidad económica le plantea serios obstáculos para su desarrollo. Aunque seguramente busca ampliar sus negocios y acrecentar sus fortunas, se encuentra bloqueada por los grandes monopolios extranjeros y por los grupos estrechamente asociados a ellos. Las empresas medianas no tienen fácil acceso a los canales crediticios, tienen dificultades para el abastecimiento de sus materias primas, tienen que luchar duramente contra la competencia desigual en los mercados y afrontan difíciles problemas para disponer de técnicas modernas para elevar la productividad de sus negocios. En todo ello, los intereses de la mediana burguesía se encuentran en conflicto con los grandes monopolios, extranjeros y nacionales. Aunque estos empresarios forman parte de la clase capitalista, se encuentran dentro de un medio bastante hostil, poco propicio para su desenvolvimiento y a veces aun hasta para su propia permanencia como negocios independientes.
Por estas razones, la mediana burguesía tiene razones serias de resentimiento frente a los grandes monopolios. Ello la hace factor de resistencia frente al dominio de esas fuerzas, porque está en juego su propia existencia.
La debilidad de este sector de la burguesía nacional, sin embargo, impide que pueda jugar un papel importante en la lucha contra los monopolios extranjeros y sus asociados. Pero esa debilidad podría ser superada en forma importante si contaran con el auxilio del gobierno, que además de ser un factor muy importante en su calidad de empresario, posee una serie de recursos que, convenientemente utilizados, podría apuntalar a la mediana (y pequeña) burguesía nacional.
¿Sería deseable que el gobierno siguiera una política de apoyo a la burguesía nacional, para robustecer la lucha contra el dominio extranjero de la economía del país? En las condiciones presentes de México, en que nos enfrentamos a una verdadera amenaza de que se realice la ocupación económica por intereses extranjeros, consideramos que sí es conveniente hacerlo, aunque dentro de condiciones que permitan también alcanzar los grandes objetivos de desarrollo independiente y con justicia social.
¿Podría esperarse que se produjera este resultado? Este es un problema de gran interés para el país, al que las fuerzas nacionalistas y progresistas deben dedicarle mayor atención.♦