Economía, la palabra tabú. Espíritu y dinero en pugna

 

Oscuros propósitos para sabotear y desvirtuar los objetivos del viaje de Díaz Ordaz a Centro América se derrumbaron.

San José, Costa Rica, enero 20.— Se ha discutido y especulado mucho sobre el significado de la visita del presidente Díaz Ordaz a los seis países del istmo centroamericano. No existe evidentemente, una opinión unificada en pro o en contra de la conveniencia de la visita, tanto en México como en los países huéspedes de Centroamérica, y es muy natural que así sea, porque se trata de un hecho insólito en las relaciones México-Centroamericanas, y existen muchos intereses en juego.

Para captar con justeza el significado real de la gira presidencial, consideramos indispensable analizar los factores que subyacen en las distintas posiciones que se están adoptando sobre el particular, tanto en México, como en los países centroamericanos. México. Las corrientes de opinión que pueden distinguirse en nuestro país acerca del sentido y propósitos de la gira, son las siguientes:

Posición oficial: Se ha explicado la gira presidencial como una cruzada de amistad, como un reencuentro con los países hermanos de Centroamérica, con los que existen múltiples lazos y semejanzas, tanto de tipo étnico, cultural e histórico, como de condiciones frente a la problemática del desarrollo, que se ha convertido en un imperativo para mejorar las condiciones de vida de nuestros pueblos.

Dentro de esta misma posición no se descarta (más bien se expresa con cierta timidez) la posibilidad de intensificar relaciones económicas de tipo comercial y de inversión, así como de ayuda técnica, siempre que ello se realice sobre bases de beneficio recíproco y como medio para fortalecer el desarrollo de México y de los países centroamericanos.

Posición de los comerciantes: En general favorecen la gira los comerciantes deseosos de incrementar o de iniciar operaciones con los países del istmo, porque el proceso de integración Centroamericana los está convirtiendo en un mercado atractivo. Racionalizan su posición en la necesidad de que tiene México de aumentar su comercio exterior (sobre todo el de exportación) para reducir el saldo desfavorable de la balanza comercial e incrementar la actividad económica.

Posición de los inversionistas: Grupos importantes de capitalistas, industriales y banqueros, manifiestan un marcado interés por establecer empresas industriales (ya lo están haciendo en alguna escala) en los países centroamericanos para aprovechar las ventajas de los estímulos que se están otorgando en esos países, así, como para saltar la barrera arancelaria que esa región está estableciendo a los productos competidores procedentes de lugares fuera del área del mercado común Centroamericano y participar así, desde dentro, en el creciente mercado de esos países. La visita del presidente Díaz Ordaz, consideran, será altamente beneficiosa para crear el clima apropiado para intensificar el proceso de inversiones que ya han iniciado algunos empresarios audaces en algunos de estos países.

Posición de la izquierda: Algunos sectores de la izquierda se han pronunciado en contra de la conveniencia de la visita, por considerar que se compromete la posición de México al establecerse contactos directos y estrechos con algunos gobiernos de Centroamérica que carecen de apoyo popular y que en la mayoría de los casos, han surgido como resultado de golpes de estado o de imposiciones, en que se han burlado los derechos políticos de los pueblos y se han convertido en sus verdugos. Consideran que México a través de su presidente, los afianza en el poder. De acuerdo con esta posición, el gobierno está siendo expulsado por el sector capitalista de México a una aventura, movidos por su interés en aumentar sus negocios y sus ganancias.

Otros grupos de izquierda, manifiestan una opinión algo distinta, coincidiendo en términos generales con la posición gubernamental, poniendo énfasis en la conveniencia y necesidad de estrechar lazos culturales con los pueblos hermanos de América Central. Se expresa también la opinión de que la amistad de México con estos países ayudará a ellos y a México, afrontar juntos los grandes problemas derivados del dominio que monopolios internacionales ejercen sobre nuestras economías. Esto no obstante, manifiestan temores de que los intereses de ciertos grupos capitalistas ambiciosos logren desvirtuar los propósitos expresados como objetivos de la gira presidencial.

Todas estas corrientes (y algunas otras que difieren algunos matices de las anotadas) se encuentran en acción en nuestro país y están tratando de influir sobre la opinión pública.

Centro América. ¿Cómo ven los países centroamericanos la visita del presidente de México? ¿Les infunde desconfianza y temor de que, como afirma la revista Newsweek, de los Estados Unidos, un “nuevo pulpo”, el “coloso del norte” Latinoamericano, quiera extender su influencia hacia sus vecinos del sur, para explotar a sus recursos naturales y a sus hombres o también ellos sienten la necesidad de intensificar los lazos de amistad y de cooperación cultural, técnica y económica con México. ¿En realidad existe cariño por México y se le considera como a un “hermano mayor”, como a un amigo leal que con sinceridad les está extendiendo la mano y les pide unión de esfuerzos para alcanzar metas comunes en un plano de igualdad y respeto absoluto a su soberanía? La respuesta a estas interrogantes no es única y categórica de sí o no. Existen diferencias importantes de un país a otro respecto a la posición frente a México, y también existen marcados contrastes dentro de un mismo país, entre las opiniones y actitudes de los distintos sectores de la opinión pública. La verdad es que Centroamérica no es un región homogénea, como tampoco lo es cada país considerado individualmente. Existen particularidades que obedecen a razones de posición económica, política y a factores de tipo histórico.

Faltando sólo un país de ser visitado —Panamá— se pueden destacar algunos aspectos que forman parte importante del balance general de la gira presidencial.

Primero: En todos los países excepto en Guatemala, los pueblos desbordaron de entusiasmo y tributaron un homenaje cálido, espontáneo, sincero y cariñoso al presidente de México. Con algunas diferencias de matices, resultado en buena medida de la idiosincrasia nacional, las recepciones de El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica rompieron todas las marcas conocidas.

Las demostraciones populares realizadas al arribo del presidente Díaz Ordaz, así como los distintos actos en los que tomó parte, constituye la comprobación incontrastable de que en estos países existe en verdad un gran cariño por México.

Por sí solo este hecho demuestra que la gira presidencial es un acierto. Las dudas que podíamos haber tenido respecto a la conveniencia de la gira presidencial, han quedado disipadas por la fuerza de las realidades. México tiene en Centroamérica millones de amigos sinceros, deseosos de fortalecer sus lazos de amistad, culturales y económicos con su “hermano mayor”. Y esto tiene un significado pleno que justifica con creces los esfuerzos que se están realizando.

La excepción que hemos hecho de Guatemala, no debe ser mal interpretada. La recepción cortés, pero fría y de escaso número, no debe ser considerada como reveladora de una actitud hostil del pueblo guatemalteco. Aunque es evidente que no existe en Guatemala la misma actitud de cariño hacia México que la de los otros países de Centroamérica.

El pueblo guatemalteco tiene muchos lazos de semejanza y unión con nosotros. Factores históricos manejados demagógicamente por gobiernos y grupos interesados en dividirnos, son responsables de las fricciones y malentendidos que han existido entre nosotros. Es la oportunidad de que con la mayor equidad abordemos los problemas que nos han distanciado y removamos los obstáculos que han impedido una franca estrecha y cordial amistad.

Segundo: En todos los países visitados existen numerosos grupos de profesionistas e intelectuales egresados de alguna institución de enseñanza superior de la ciudad de México, de Guadalajara o de Monterrey. Muchos otros han vivido en México por alguna razón, en donde en general se han sentido como en su propia casa. Estos grupos amigos tienen gran influencia en la vida económica, cultural y aún política de sus respectivas naciones, siendo algunos de ellos ministros en carteras importantes, altos funcionarios de instituciones educativas o de empresas de diverso tipo, México tiene en ellos amigos leales que contribuyen espontáneamente ya a lograr un mayor entendimiento entre nuestro país y los pueblos hermanos de Centroamérica.

Tercero: Algunos grupos del sector empresarial de los países Centroamericanos que requieren complementación financiera y técnica, ven con simpatía la participación de mexicanos en el establecimiento de unidades industriales en las que no se ven obligados a ceder el control de las mismas.

La constitución de empresas mixtas con mayoría de capital centroamericano y participación mexicana está sentando un buen precedente y ayudará a los Centroamericanos a defenderse mejor frente a los capitalistas extranjeros del antiguo cuño, del tipo de los que todavía padecemos en alto grado en México.

Cuatro: Amplios sectores nacionalistas de Centroamérica, ven con gran simpatía la consolidación de la amistad con México y la intensificación de sus relaciones económicas, por considerar que pueden significar un contrapeso a la influencia de los monopolios que han controlado importantes renglones de su actividad económica.

Todos estos son factores que están presentes en los países centroamericanos y jugarán sin duda un papel decisivo en la consolidación de las relaciones culturales y económicas con México, con el contenido de las relaciones culturales y económicas con México, con el contenido y orientación que requiere el desarrollo económico-social independiente y con justicia social, a que aspiran nuestros pueblos del Istmo Centroamericano y marchar juntos hacia más altos niveles de bienestar.

Como puede verse, la visita del presidente de México a los países de Centroamérica tiene aspectos muy importantes que conviene considerar con cuidado y responsabilidad. La complejidad del problema demanda un estudio detenido de la situación económica y del juego de fuerzas de cada país, para disponer de una base firme para poder estimar las posibilidades de alcanzar resultados que signifiquen beneficios tangibles para los pueblos e Centroamérica y México. Tal será el contenido de futuros artículos.♦

Ceceña, José Luis [1966], "Economía, la palabra tabú. Espíritu y dinero en pugna", México, Revista Siempre!, 658: 20-21, 2 de febrero.