Inversiones extranjeras o mexicanización?

 

Espinosa Yglesias puso sobre el tapete un problema crucial, pero la burguesía no puede conducir a México por la ruta de su grandeza. Desde luego hay que reconocer en justicia que la Canacintra tiene un lugar muy destacado en la lucha de resistencia a la invasión de capitales extranjeros. Constantemente ha hecho declaraciones llamando la atención sobre el peligro que significan para la independencia económica del país. Frecuentemente hace gestiones ante las autoridades para que se defiendan las riquezas nacionales como en el caso del saqueo del azufre. Y también ha realizado estudios importantes sobre las inversiones extranjeras directas, señalando su carácter dominador y monopolista. En esta ocasión, por lo tanto, la Canacintra reafirma su posición nacionalista una vez más.

La controversia que está ocupando la atención pública del país, sobre la política de nacionalización, la de mexicanización y la relacionada con las inversiones extranjeras directas, tiene una importancia vital para nuestro país. Está en juego en una medida importante el rumbo que ha de seguir nuestra vida económica, social y política.

En esa controversia se pone en relieve la lucha que está en marcha por la hegemonía y por la proyección de la economía en el futuro, y al mismo tiempo, se ponen de manifiesto los conflictos de intereses que existen entre distintas capas de la iniciativa privada.

Los conflictos que se manifiestan entre sectores de la iniciativa privada, que los lleva a mantener posiciones distintas (a veces bastante discrepantes) respecto a problemas importantes de la política económica, tienen explicaciones perfectamente claras: la iniciativa privada en México, no es un todo homogéneo.

A decir verdad, sucede una cosa igual en todos los países capitalistas en la actualidad. En todos ellos el sector capitalista tiene estratos que aunque con un denominador común por ser impulsados por el móvil de la utilidad, tienen intereses concretos de carácter conflictivo. Estos intereses en conflicto derivan de la posición concreta de fuerza económica de que disfrutan. Los grandes y fuertes que controlan las finanzas, las grandes industrias y las grandes cadenas de distribución, es decir, los monopolistas, tienen posiciones que corresponden a esa situación de dominio y privilegio; en tanto que los medianos y los pequeños, que con frecuencia se encuentran supeditados a los grandes para el financiamiento de sus negocios, para el abastecimiento de sus materias primas y con frecuencia también para la distribución y venta de sus productos o servicios, tienen posiciones más liberales y democráticas.

Estas situaciones explican que en países como los Estados Unidos, por ejemplo, los medianos y pequeños empresarios hayan sostenido una serie de tesis sobre política económica no solamente discrepantes sino verdaderamente antagónicos a los de los grandes empresarios. Tal es el caso de la lucha contra los monopolios que ha sido apoyada con frecuencia y aún promovida por los empresarios menores, contra intereses de los grandes.

En los países de menor desarrollo, como es el caso de México, con economías dependientes de grandes monopolios internacionales, se agrega un elemento más: el de la posición del país frente a esos intereses extranjeros. En este problema, los más importantes capitalistas tienden, en general, a adoptar una posición de simpatía respecto al capital extranjero, debido a que en una forma u otra llegan a mantener lazos económicos muy estrechos con esos intereses extranjeros. La asociación con grandes capitales del exterior, permite a los capitalistas criollos fortalecer suposición en el escenario del país, y derivar utilidades importantes. Y como tienen una relativa fuerza económica, pueden sobrevivir al embate de la competencia de los intereses extranjeros y una forma conveniente es la de asociarse a ellos.

Por el contrario los sectores de empresarios menores y pequeños que tienen enormes obstáculos para tener éxito por la competencia desigual con los grandes monopolistas nacionales y los extranjeros, tienden a mantener posiciones distintas respecto al capital extranjero y a otros importantes aspectos de la política económica nacional. En general, su posición concreta en el mundo de los negocios, los impulsa a oponerse a los capitales extranjeros, porque dichos capitales tienden a desplazarlos o a ponerlos bajo su control. Con ello, o quedan vegetando dentro del marco que les permite el gran capitalista extranjero, o el extranjero-mexicano, o desaparecen por completo de la escena, quedando como “empleados” o dejando de ser empresarios.

Este sector en función de sus intereses concretos, marcados por su debilidad económica y su necesidad de subsistir y progresar, tiende a mantener posiciones nacionalistas en las cuales coinciden a la vez sus intereses concretos o los del país en su conjunto. Igualmente, su posición de debilidad los mueve a buscar en el gobierno un apoyo para la aplicación de una política concordante con sus intereses, que en buena medida coinciden con los de la nación en la etapa presente de nuestra transformación económica y social.

Esto es lo que está pasando actualmente en nuestro país. Por un lado importantes sectores de la alta burguesía se están pronunciando en favor de la intensificación de las inversiones extranjeras directas y se oponen a los aspectos de la política del gobierno, como el de la nacionalización de industrias básicas y la mexicanización de lo esencial de la actividad económica.

El abanderado más explícito y valiente de esta posición es el Sr. Manuel Espinosa Yglesias, director del Banco de Comercio y de un crecido número de otras empresas. Ya en nuestro artículo anterior nos ocupamos de sus tesis con alguna amplitud. La posición del Sr. Espinosa Yglesias es muy compresible: corresponde a la situación concreta en que se encuentra en el mundo de los negocios.

La llegada del Sr. Espinosa Yglesias a la dirección del Banco de Comercio se debió a su asociación con el ahora desaparecido William Jenkins, cuando éste logró controlar la mayoría de las acciones de dicho banco.

En el consejo de administración del Banco de Comercio aparece el Lic. Antonio Correa. Es seguro que el Lic. Correa ocupe ese cargo por representar intereses norteamericanos. El Lic. Correa forma parte del despacho de abogados Basham Ringe and Correa, que se dedica a dar servicios a grandes intereses norteamericanos, uno de los cuales es el de figurar en empresas como inversionistas sin serlo. Es decir, prestan su nombre y figuran como inversionistas de paja.

Es perfectamente natural, por lo que hemos expuesto, que el Sr. Espinosa Yglesias sea defensor intransigente de las inversiones extranjeras y que se oponga a la política de nacionalización y hasta a la de mexicanización.

Frente a la posición adoptada por el Sr. Espinosa Yglesias tenemos la de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra). Por boca de su actual presidente, el Ing. Raúl A. Ollervides, ha fijado su posición: es una posición nacionalista y favorable a una amplia participación del gobierno en la actualidad económica.

Desde luego  hay que reconocer en justicia que la Canacintra tiene un lugar muy destacado en la lucha de resistencia a la invasión de capitales extranjeros. Constantemente ha hecho declaraciones llamando la atención sobre el peligro que significan para la independencia económica del país. Frecuentemente hace gestiones ante las autoridades para que se defiendan las riquezas nacionales como en el caso del saqueo del azufre. Y también ha realizado estudios importantes sobre las inversiones extranjeras directas, señalando su carácter dominador y monopolista. En esta ocasión, por lo tanto, la Canacintra reafirma  su posición nacionalista una vez más.

También la Canacintra ha sido partidaria de una amplia participación del gobierno en la actividad económica. Lo ha manifestado en repetidas ocasiones  la ha demandado con frecuencia. En esta ocasión, su presidente se pronuncia porque “se continúe en la medida de lo razonable, el proceso de nacionalización de nuestras actividades básicas, refiriéndose a aquellas ramas de la economía que soportan al aparato productivo del país”...

La defensa de la Canacintra de las políticas de nacionalización y mexicanización, así como la de una mayor participación del gobierno como empresario, responden a los intereses vitales del sector mediano y pequeño de la iniciativa privada. Actualmente están siendo desplazados por los grandes monopolios extranjeros (asociados o no a capitales nacionales) y están sufriendo presiones difíciles de soportar, por el control que los grandes tienen del crédito, de las materias primas y del mercado. Por esa razón, lógicamente tienen que ser nacionalistas. Lo que no quiere decir que debe subestimarse su posición.

Por otra parte, como los integrantes de la Canacintra en general son empresarios medianos y chicos, es decir, relativamente débiles económicamente, sienten la necesidad de recibir el apoyo de parte del gobierno. Solos serían impotentes para defenderse de los grandes.

Tales son los planteamientos y el significado de la controversia que se ha desatado entre dos estratos de la iniciativa privada. Actualmente están siendo desplazados por los grandes monopolios extranjeros (asociados o no a capitales nacionales) y están sufriendo presiones difíciles de soportar, por el control que los grandes tienen del crédito, de las materias primas y del mercado. Por esa razón, lógicamente tienen que ser nacionalistas. Lo que no quiere decir que debe subestimarse su posición.

Por otra parte, como los integrantes de la Canacintra en general son empresarios medianos y chicos, es decir, relativamente débiles económicamente, sienten la necesidad de recibir el apoyo de parte del gobierno. Solos serían impotentes para defenderse de los grandes.

Tales son los planteamientos y el significado de la controversia que se ha desatado entre dos estratos de la iniciativa privada. En ella se revelan contradicciones importantes entre componentes de la misma clase social, los capitalistas. ¿Tienen algún significado estas contradicciones para la lucha por un México próspero, independiente y democrático? O por tratarse de “pleitos de familia” ¿no tienen mayor importancia para esa lucha por un México mejor?

Seguramente que las opiniones de los sectores progresistas se van a dividir respecto a este problema. Existe mucha diversidad de criterios respecto al papel que puede jugar el sector nacionalista de la burguesía. Algunos consideran que por ser burguesía, nada bueno se puede esperar para la marcha progresista del país. Otros sostienen que los sectores nacionalistas de la burguesía sí juegan un papel importante en la lucha por la independencia económica nacional. Por mi parte, considero que esta última posición es correcta. Las tesis presentadas por la Canacintra coinciden con los intereses nacionales, constituyen un importante jalón en esa lucha, que actualmente representa un problema número uno en el país.

No considero, sin embargo, que la solución a largo plazo, sea la de que la burguesía nacional abandere y tenga la hegemonía del movimiento por un México próspero, independiente y democrático, porque ese papel no puede corresponder más que a los sectores populares. Pero en esta etapa debemos sumar fuerzas en la misma lucha, porque la amenaza, no debe tenerse la menor duda, tiene caracteres de catástrofe.♦

Ceceña, José Luis [1966], "Inversiones extranjeras o mexicanización?", México, Revista Siempre!, 682: 14-15, 20 de julio.