Son un alivio o una maldición? Los números tienen la palabra. Para mejor apreciar los beneficios e inconvenientes que tiene para México el establecimiento de industrias maquiladoras internacionales en la zona fronteriza del norte, conviene que conozcamos los datos más importantes sobre dichas empresas: ¿cuántas son, en dónde están ubicadas, a qué actividades se dedican, con qué capitales cuentan y el origen de los mismos, qué tecnología utilizan, cuántos obreros y empleados ocupan y cuál es la derrama por concepto de sueldos y salarios, cuánto de esos ingresos se gasta realmente en el país, a qué mercados se destina la producción y qué seguridad hay de esos mercados, ayudan o no a la diversificación del mercado y al fortalecimiento del comercio exterior, y finalmente, acentúan o no la dependencia respecto a los Estados Unidos o a otros países?
La política de control de importaciones deberá tener dos objetivos esenciales, 1) reducir sustancialmente las compras al exterior de productos que el país esté en condiciones de elaborar en condiciones razonables, de costo y calidad y 2) balancear las compras con las ventas con países con los cuales tengamos una Balanza Comercial fuertemente deficitaria, con el fin de reducir o eliminar dicho déficit.
El presidente Nixon dio a conocer el 29 de enero del presente año el nuevo Presupuesto Federal que corresponderá a las actividades del gobierno norteamericano durante el siguiente año fiscal, que como se sabe, comprende el periodo de julio de 1971 a junio de 1972. El nuevo programa de actividades tiene un enorme interés, no solamente para los norteamericanos sino también para el resto del mundo, y desde luego para México, por las grandes cifras de ingresos y gastos que contempla, así como por los cambios que se introducen en la composición de ambos conceptos.
Las dos terceras partes de los 11,010 millones de dólares de las inversiones de EE.UU. en América Latina están en las dos actividades más dinámicas e importantes: la industria manufacturera y el petróleo. En el mundo actual las inversiones internacionales han adquirido una importancia de proporciones tan grandes, que puede afirmarse que se ha llegado a formar una gran potencia económica flotante a todo lo largo y lo ancho del Mundo Occidental.
Dentro de breves días se iniciarán los cursos en la Universidad Nacional Autónoma de México, la institución de enseñanza superior de mayores dimensiones no solamente de la América Latina, sino del mundo, quizás la elevada cifra de estudiantes que a ella concurren –en 1970 fue de 103,300-, aumentará aún más, esperándose una incorporación adicional de 20,000 jóvenes en el presente año.
El comercio internacional presenta un cuadro bastante complicado y difícil de penetrar especialmente por parte de países económicamente débiles como lo es todavía el nuestro. Las grandes potencias industriales tienen una fuerza determinante en la fijación de los precios, en la cuantía de la demanda, en las condiciones de operación, en las orientaciones de la corriente de mercancías y en el tipo de productos objeto de dicho comercio. Algunos datos básicos nos ayudarán a apreciar la intrincada red que caracteriza actualmente el mercado internacional. Para obtener resultados, es necesario poner primero en orden nuestra casa. Organizar a los productores para que unan sus esfuerzos, expeditando trámites, otorgando más facilidades crediticias y fiscales y más aún: mexicanizando la producción; las medidas que se han tomado hasta hoy marcan el buen camino.
Ante la embestida de los sectores privilegiados que no quieren aceptar las medidas dictadas por el gobierno en beneficio de las clases populares. ¡La reforma fiscal debe aplicarse con energía¡ Aumentará los gastos del gobierno, frenará la publicidad excesiva, desalentará los gastos de consumo y reducirá la concesión de franquicias.
La maniobra es bien clara: pretenden seguir disfrutando de un tratamiento fiscal que les permita gastar enormes sumas en perjuicio de los consumidores. La maniobra es muy clara: pretenden seguir disfrutando de un tratamiento fiscal que les permita gastar enormes sumas en perjuicio de los consumidores. La embestida de los grupos oligárquicos contra las reformas fiscales que puso en marcha el gobierno federal sigue cobrando impulso. Ahora se ha sumado el señor Ladislao López Negrete, que en su calidad de presidente del Consejo Nacional de la Publicidad hizo declaraciones a la prensa nacional (Excélsior del 22 de diciembre) en las cuales externa su inconformidad por las modificaciones que se han introducido al tratamiento fiscal de las actividades de publicidad y propaganda.
Un destacado magnate de la industria norteamericana queriendo caracterizar al año de 1970 afirmó que "lo mejor de 1970 es que ya terminó". Efectivamente esa opinión expresa con certeza las malas condiciones de los negocios en los Estados Unidos durante el año que termina. El proceso de reducción del dinamismo de la economía norteamericana que se hizo perceptible en 1969, se acentuó notoriamente en 1970. La magnitud del empeoramiento económico puede apreciarse por los siguientes datos que tomamos de las revistas Fortune, Time y U. S. News and World Report de fechas recientes:
Movilización insuficiente y mal uso del ahorro nacional; el crecimiento desproporcionado de las industrias de artículos de lujo; la protección excesiva a algunas industrias; los peligrosos desajustes del comercio exterior y anarquía en el propio sector oficial, factores negativos. La necesidad de un plan económico nacional, con orientación revolucionaria, se ha puesto de manifiesto en las últimas semanas en que el nuevo gobierno ha reconocido que bajo la tan pregonada estabilidad y desarrollo acelerado del país, que algunos círculos, especialmente del extranjero estaban dando en llamar "el milagro mexicano", se esconden serios problemas que amenazan no solamente con detener el crecimiento económico, sino con provocar desajustes sociales de grandes proyecciones y aumentar peligrosamente la dependencia respecto a los Estados Unidos.
Elevar la producción agropecuaria e industrial es urgente, pero no basta. Es preciso resolver problemas de fondo que frenan la producción y elevan los precio. El crédito que en manos de los grupos financieros poderosos es muy caro, inoportuno e insuficiente; debe nacionalizarse la banca. Los intermediarios que acaparan cosechas, pagan precios muy bajos a los productores, los gravan con préstamos de usura, y que elevan exageradamente los precios para los consumidores, deben ser combatidos con energía. Las ventas en abonos que se efectúan en condiciones leoninas para los sectores populares, incluyendo a la clase media: a precios muy elevados, con tasas de interés superiores al 30% anual. Deben reglamentarse para proteger al consumidor de bajos ingresos. La publicidad que sobrecarga los precios porque el consumidor paga esos fuertes gastos. Los monopolios que son los principales responsables de la carestía, deben ser combatidos. El sector gubernamental que en general funciona con deficiencia, sobrecargado con personal mal pagado y con frecuencia a muy alto costo por los malos manejos en los altos niveles. El problema es de gran envergadura y no de fácil solución, pero debe resolverse para asegurar la tranquilidad pública, por el único camino posible mejorar de veras las condiciones de vida del pueblo.
¿Con qué derecho nos fiscaliza el senador Fascell? El pueblo debe estar alerta Los créditos del BID a México no se han dilapidado. El BID no ha perdido un solo centavo en México, porque las obligaciones se han cubierto con toda oportunidad; El BID no es una agencia del Gobierno de los Estados Unidos no tienen el derecho a fiscalizar sus operaciones pasando por encima de dichas normas y de los derechos de los demás socios. Las intrigas del diputado Fascell son un intento de presionar a México para que dé marcha atrás en su decisión de reducir la dependencia respecto al exterior (léase Estados Unidos). Tal es el sentido de estas intervenciones de las cuales hay que esperar muchas más. El pueblo debe rechazarlas con firmeza y liberar al país de la sujeción exterior.
Una búsqueda trascendente que trata de resolver los problemas del mundo, la escasez de recursos y la dependencia económica. En el ámbito latinoamericano se está generalizando el interés por la organización de empresas multinacionales como uno de los instrumentos para avanzar en la integración económica de los países al sur del Río Bravo. En el escenario de los países más industrializados, particularmente en los Estados Unidos y en Europa, existe también una tendencia muy marcada hacia la constitución de grandes negociaciones llamadas de igual manera “empresas multinacionales” considerándolas como la forma más adecuada de contribución de los capitalistas de esos países al desarrollo de las áreas en vías de industrialización.
No sería exagerado afirmar que el problema más apremiante que afronta nuestro país en estos momentos es el del cuantioso déficit del comercio exterior, que se va agudizando de manera alarmante. Esto ha sido comprendido cabalmente por el nuevo gobierno según se desprende del énfasis que el señor Presidente puso en su Discurso Inaugural sobre la necesidad vital de fomentar las exportaciones, así como de las medidas que se están poniendo en práctica para hacerle frente.
Sin eufemismos, Luis Echeverría señaló las malas condiciones en que se encuentran las mayorías del país; hambre, desocupación y viviendas que reflejan lacerantes pobrezas y escasos ingresos; gobernar significará, según sus palabras, distribuir equitativamente el fruto de los esfuerzos, dar ocupación al máximo a los mexicanos y expansión con redistribución de los ingresos; ahora, el poder público se utilizará para la conquista del bienestar colectivo, apoyo al ejido y seguridad social.
En el año de 1949 el pueblo chino sacudió al mundo al tomar el poder y proclamar el nacimiento de la República Popular China. El país más poblado de la Tierra y uno de los más extensos y mejor dotados con recursos naturales, surgía con gran pujanza superando un pasado de miseria humana y económica en que lo había sumido la codicia y ambiciones de los imperialistas occidentales y japoneses.
El Plan Sexenal fue un breve ensayo sin consecuencias y las oportunidades de la Segunda Guerra las dejamos pasar sin ningún provecho. El llamado Primer Plan Sexenal fue el programa de Gobierno del candidato del Partido Nacional Revolucionario, el General Lázaro Cárdenas. Si bien no fue un verdadero Plan Nacional de Desarrollo, sino solamente un programa, fijó una serie de metas económicas y sociales de gran alcance.
El enorme éxito que tuvo la EXPO '70, que se efectuó en Osaka, la segunda ciudad del Japón, del 14 de marzo al 13 de septiembre del presente año, vino a patentizar los enormes adelantos económicos que ha logrado ese país en las últimas dos décadas. Bajo el lema del “Progreso y Armonía de la Humanidad” la exposición logró batir todos los registros alcanzados por los anteriores eventos de esta naturaleza: participaron en ella 77 países del mundo y fue visitada por 65 millones de personas, cifra ésta superior en 15 millones a la alcanzada por la de Montreal, Canadá. En un solo día, el 5 de septiembre, el número de visitantes se elevó a la casi increíble cifra de 885 832 personas.
El alto ritmo de desarrollo de la economía japonesa no es una cosa nueva, es un proceso que se viene realizando desde la segunda mitad del siglo pasado, cuando tuvo lugar la llamada Revolución Meiji. En efecto, desde 1868 en que el emperador Meiji logró destruir el sistema feudal imperante, el Japón se proyectó hacia la formación de una sociedad capitalista de tipo industrial, con el objetivo muy concreto de “construir un país rico con un ejército poderoso” para hacerle frente a la amenaza de dominación de parte de las grandes potencias que, por medio de la fuerza, le habían impuesto Tratados comerciales desfavorables: (Estados Unidos e Inglaterra en 1854 y Rusia y Holanda en 1955).
Hasta ahora ha podido resistir las presiones pero como en tiempos del comodoro Perry se pretende que abra sus puertas al capital de los grandes monopolios. La escasa disponibilidad de materias primas básicas, la llegada relativamente tardía al proceso de industrialización y su encauzamiento por el camino capitalista han sido factores determinantes en la conformación del desarrollo del Japón y en la política económica que ha aplicado. Nos interesa aquí establecer sobre todo las conexiones entre el desarrollo y el comercio exterior que en el caso del Japón presenta aspectos por demás interesantes.
Sexenio 1965-1970: una etapa más de desarrollo capitalista. Habiendo presentado, en la ocasión anterior, muy a grandes rasgos, los importantes avances que logró la economía mexicana durante los últimos 6 años, tanto en lo que hace al aumento de la producción como al incremento de la capacidad productiva que permitirá producir más en el futuro, nos corresponde ahora ocuparnos de investigar algunos aspectos importantes sobre si ese crecimiento fue más o menos equilibrado, si no se han producido desajustes serios en la economía, y sobre todo, si con los avances que se han logrado se ha fortalecido la independencia económica del país y si las mayorías populares han sido los principales beneficiarios de los resultados obtenidos.
Ahora ¿duda usted de que México sea jauja? El Banco de Comercio (con su Sistema) el primero en la América Latina: maneja 32,559 millones de pesos, obtiene utilidades netas de 233 millones de pesos, y cuenta con 568 establecimientos bancarios. El gobierno Mexicano va perdiendo “la batalla”: Los recursos que maneja la Banca Nacional crece, pero a ritmo más lento. Los resultados de operación van arrojando pérdidas que pueden considerarse cuantiosas: en 1964 tuvieron una utilidad de 80 millones de pesos, pero en 1968 arrojaron una pérdida de 1,169 millones de pesos. Estas pérdidas se deben principalmente a que la Banca Nacional atiende una clientela en su mayoría insolvente: campesinos, pequeños industriales y artesanos, cooperativistas, etc. La clientela solvente se la deja a la Banca Privada.
El Banco Mundial en entredicho El Banco Mundial, un organismo financiero internacional dominado por el socio mayoritario, Estados Unidos que posee cerca del 40% del capital. Los Estados Unidos nombran al Presidente del Banco y dirigen la política del mismo, en función de los intereses del Gran Capital. El actual Presidente del Banco, Robert Mac Namara fue Presidente de la Ford Motor Co., y después Secretario de la Defensa de los Estados Unidos. El Banco Mundial es un gran acreedor de México: le ha prestado (hasta junio de 1969), 842 millones de dólares, de los que se han pagado 161 millones por amortizaciones y 165 millones por intereses. Ahora el Banco Mundial pretende condicionar sus créditos al control de la natalidad, es decir, inmiscuyéndose en los asuntos internos de los países deudores. Así que ya sabemos a qué le tiramos.
Nuestro país no cuenta todavía con un Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social a pesar de que desde 1932 se realizaron los primeros intentos planificadores y de que en distintas ocasiones, en el largo período de 35 años transcurridos, se han puesto en práctica programas de acción que han recibido impropiamente el nombre de Planes. En últimas fechas sin embargo, hay evidencias de que se está dando una atención especial a la elaboración de un Plan Nacional de Desarrollo y sería de esperarse, desde luego necesario y muy deseable que en el próximo régimen presidencial el país contara con un Plan bien integrado y no solamente para el sector oficial, sino para el conjunto de la economía.
Europa se encuentra en estos momentos con una serie de preocupaciones económicas y políticas que son perceptibles hasta para el viajero menos observador. Las dificultades de la economía norteamericana y los aumentos generalizados en el costo de la vida (inflación), constituyen los problemas económicos de mayor preocupación, en tanto que el viraje hacia la derecha que se observa en algunos países importantes, como en Gran Bretaña y en la Alemania Federal, vienen a ser los problemas políticos de mayor relieve de la Europa actual.
De dos cosas debemos estar seguros: que nos hemos de morir y que el costo de la vida subirá. Ello beneficia sólo a los grupos oligárquicos y amenaza la estabilidad. La inflación —proceso de elevación pronunciada y sostenida de los precios en general— se ha convertido en un fenómeno permanente de la economía del mundo occidental, tanto de los países altamente desarrollados, como de los de menor desarrollo. Ya ni en periodos de malos negocios, de depresión, la inflación desaparece, como sucedía anteriormente. Se recordará, por ejemplo que en la gran depresión de 1929-1932 y en la que le siguió a finales de 1937, los precios en general sufrieron una caída catastrófica; esto ha dejado de suceder en la actual depresión que aqueja a los Estados Unidos y otros grandes países, en que están coexistiendo el desempleo de trabajadores y el subempleo de plantas productivas, con un aumento sostenido de los precios en general y especialmente con la elevación del costo de la vida.
Un sistema que solo ofrece crisis, inflación e inseguridad económica, no puede salvarse ya con la venta de armas ni desatando más guerras. Cuando el sistema capitalista había logrado abrirse paso sobre el sistema feudal y su gran vitalidad le permitía expansionarse por todos los rincones de la Tierra, al Estado se le asignaban tareas muy limitadas, consistentes en la atención de ciertos servicios públicos y la defensa nacional, incluida desde luego la tarea de apoyar al capital privado en sus aventuras expansionistas en los países más atrasados. Durante esta época, el sistema capitalista se bastaba a sí mismo en lo esencial para resolver los problemas de mantener una tasa de utilidades suficiente para proseguir su marcha ascendente.
Es deber de la revolución encauzar ese enorme potencial construyendo caminos de acceso, presas, pequeñas obras de riego, silos, escuelas y en esta labor deben desempeñar papel importante tanto los agrónomos como los veterinarios, ganaderos, maestros para elevar la capacidad de los grupos marginados. En el panorama económico-social del país, al lado de los grandes centros de gran desarrollo industrial y de pujantes regiones de agricultura mecanizada de alta productividad, se destacan extensas zonas de grupos sociales marginados a los que no han llegado los beneficios del crecimiento económico nacional y que luchan trabajosamente por subsistir.
Lucha de generaciones: jóvenes contra viejos El desquiciamiento social de nuestros tiempos está teniendo algunas manifestaciones que podrían considerarse absurdas, por su falta de fundamentación racional, pero que pueden llegar a jugar un papel negativo y hasta disolvente, en las relaciones humanas de nuestra sociedad. Una de tales manifestaciones consiste en el pretendido “enfrentamiento” de las generaciones jóvenes con las de sus padres y abuelos.
La población indígena del país, que sobrepasa los 3 millones, constituye uno de los sectores más pobres de la población mexicana. Despojados de sus tierras por los conquistadores españoles y los que les siguieron; y explotados por terratenientes, comerciantes y agiotistas, con la complicidad de autoridades venales, han tenido que llevar una vida de extrema pobreza, formando comunidades marginadas por un ambiente esencialmente hostil desde el punto de vista económico y cultural.