El sueño de la humanidad de crear condiciones de abundancia para que todos los miembros de la sociedad dispongan de los bienes que requieren para satisfacer plenamente sus necesidades está ya en vías de realizarse, gracias a los portentosos adelantos de la ciencia y de su aplicación al mejoramiento técnico en los procesos de producción.
Desde el punto de vista técnico se está de acuerdo en que las líneas fundamentales que permitirán llegar a la creación de la abundancia de bienes materiales, son las siguientes: la aplicación en toda su amplitud de la electricidad a los procesos productivos; la utilización de la química en sus vastas aplicaciones a la producción; la automatización de la producción, y, finalmente, la utilización de nuevas y más poderosas fuentes de energía tales como la energía atómica.
Si no fuera por PEMEX, la industria química estaría en manos de los extranjeros. La industria química, de esta suerte, figura entre las más poderosas palancas del progreso económico y social, y su desarrollo acelerado en todos los países del mundo constituye una de las mejores realizaciones de los últimos tiempos y una de las bases más sólidas del avance y del mayor bienestar que puede lograr la sociedad.